Bandalos Chinos en Movistar Arena

Lluvia de colores, sentimientos e instantes sublimes. Paranoia Pop: El Musical marcó un paso importante en la consolidación de Bandalos Chinos.

Pensar en el alcance obtenido de Bandalos Chinos desde su fundación hasta la fecha se torna una tarea interesante. La agrupación ha pasado por diferentes géneros sin perder su esencia y el éxito le ha sido remunerado de forma merecida. En este octubre de 2020 el sexteto avanza un escalón más con la llegada de su nuevo disco, y su presentación en vivo es el reflejo de acenso.

Paranoia Pop: El Musical brilla por ser una explosión de sentimientos y climas con altibajos, pasar de un concierto en streaming a llevar una puesta teatral significa en distintos modos una revolución en la manera de ofrecer conciertos. Esto hace que la presentación en vivo del nuevo disco sea más un performance estructurado de manera épica, que tal vez ser solo una banda tocando en un predio vacío.

Las instalaciones del Movistar Arena en Buenos Aires fueron tomadas por asalto en manos de Bandalos Chinos. La gama de colores que jugaban los vestuarios de cada integrante fue uno con la serie de luces que inundaron las pantallas. “Paranoia Pop” empezó con elegancia, de la mano de LOUTA. “Sin Señal” y “A La Cabeza” siguieron la pauta y la participación de la orquesta tras bambalinas, dirigida por Mateo Rodo, tomó fuerza entonces, mientras aparecían bailarines espontáneos con indumentaria celestial.

Comenzó “Chu-Chu” y Goyo se transformó en un performer absoluto. Su personalidad, bailes e interpretación tomaron protagonismo, y en la nostalgia de “La Herida” se unió a la coreografía para bailar sin perder su voz junto a los querubines, que jugaron por momentos como público, con apariciones cómicas en las gradas del venue.

La ocupación del Movistar Arena para la realización del musical fue total, fuera del escenario apareció un invitado viejo, que recordaba sus mejores momentos en una foto e interpretó el inicio de “El Ídolo” para ser complementado por la banda. Siguió “Mi Manera de Ser”, que fue ilustrada por un solo de guitarra impresionante, así como algunos clips del público en conciertos anteriores de la banda, esto sirvió como recuerdo de la magia que se fue, pero un día volverá.

Corrió Goyo al exterior del escenario, y en un primer plano interpretó de manera melancólica y con una manta en la cabeza "AYNMG", una canción que hace queja de la brutalidad policial. Su drama se convirtió en uno de los climax de la noche, para luego cerrar el concepto de musical con "Fulnabis".

Un demonio apareció en el escenario para decir "No, no están en el cielo", siendo una especie de conclusión a la trama y presentando a la banda. La producción se acabó, y la pista donde solía haber gente se iluminó para ver a Bandalos Chinos junto a Esmeralda Escalante interpretar "Los Puntos" de forma íntima y sublime, para recordar el lado más humano de este grupo. Fue así que Paranoia Pop se tocó de inicio a fin.

La indumentaria cambió, el escenario dejó de ser tan lúcido y la banda dio un pequeño repaso a su trayectoria. "Vámonos de Viaje", "Club de la Montaña", "Demasiado" (con una adaptación del solo de "Shine On Your Crazy Diamond" de Pink Floyd), "Departamento" y "Súper V" cerraron la noche.

Versiones extendidas, jammings y espacios para sacar a la luz la virtuosidad de cada uno de los elementos de la banda fueron momentos musicales muy ricos. Además, la aparición de una banda que por lo normal revienta escenarios con baile y saltos, bajo un concepto sobrio y sofisticado.

El recital fue una experiencia teatral, donde la banda aprovechó para hacer de una obra de 10 canciones y 33 minutos, un concepto lleno de sentimientos intensos y deslumbrantes escenas para encontrar gloria en la paranoia y magia en el pop.