8
Sony Music / 2020
28/Oct/2020
“Who controls the past controls the future. Who controls the present controls the past”, George Orwell.
La velocidad con lo que todo avanza es preocupante. Cada vez tenemos menos momentos para reflexionar sobre los sucesos. El conformismo y el pánico están apoderándose de la población. Como una respuesta a todo lo que está aconteciendo es que Nothing But Thieves toma su música como un medio para hablarle a la juventud sobre temas socio-políticos, ambientales y tecnológicos al ritmo de sonoridades complejas y fuera de su zona de confort que apuestan sobre todo, al pop, rock y la electrónica experimental. Todo esto plasmado en su tercer álbum musical, Moral Panic, el cual llega vía Sony Music.
El frontman de la banda, Conor Mason, es conocido por utilizar la música como una vía de escape y refugio cuando se trata de hablar de temas difíciles como la depresión y la ansiedad. No obstante, en esta ocasión deja de lado sus temas habituales y salta a otro plano en el que se observa con detenimiento lo ruin de este mundo. “Unperson” da inicio a este misterioso encuentro al ritmo de sonidos más crudos que entran en sintonía con la voz distorsionada del vocalista; los beats son tan marcados que alteran tus sentidos, algo que en conjunto se complementa con su mensaje el cual toma como referencia el manuscrito de 1949 de George Orwell, 1984, en el que se lee cómo el Estado tiene el poder de todo.
En la misma sintonía de ritmo se encuentra “Moral Panic”, una pista mucho más suave y pop, en la que se habla con tranquilidad de cómo estamos retrocediendo y nos estamos dando cuenta. Continuando con los momentos más relajados dentro de la reproducción podremos encontrar “There Was Sun”, que con la frescura de su inicio con toques acústicos, posteriormente retoma una fuerza que contrasta y la vuelve bailable. Ninguna de estas canciones se asemeja a algo que anteriormente haya hecho Nothing But Thieves, pues según indicó durante una entrevista, ellos definieron su música como "esperar lo inesperado”, y definitivamente lo lograron.
Para todos aquellos que busquen la “verdadera esencia” de la banda, pueden ir directo a escuchar temas como “Is Everybody Going Crazy?", donde la batería está sumamente marcada y por ende entregan una pista llena de fuerza y energía; algo que particularmente encontrarías en su EP de 2018, What Did You Think When You Made Me This Way?.
“Real Love Song”, es una melodía más tradicional en el que la agrupación muestra parte de sus inicios tanto en sonido como en lírica, pues refleja el lado más oscuro del amor en algo que se tomaría de referencia de Broken Machine (2017). No obstante, Mason suplicó que no esperaras algo en particular pues les gusta experimentar con la música y les parece aburrido escribir la misma canción producción tras producción.
La inquietud que sus palabras generan dan pie a “Phobia” una melodía que entra tan suave, casi en susurros, en donde la banda expresa la frustración que siente al ver cómo la gente se enajena con el Internet y marca su futuro a través de lo que ve ahí. Al final, el tema explota como un reflejo del enojo; efectivamente es una canción llena de malestar.
Inmediatamente “This Feel Like The End” da inicio con un sonido ahogado que da la impresión de que estuvieras dentro de una burbuja, la cual explota posteriormente con los fuertes riffs de guitarra y batería.
“At what point do we say, no, we are people, surely we are better than this?”
El momento cumbre del disco llega con “Free If We Want It” un single que inicia a piano y te conmueve con su solo desgarrador de guitarra. Este es probablemente el único tema diferente de Moral Panic en el que Nothing But Thieves suplica que pese a las circunstancias, no dejes de amar o implorar un amor de verdad. Con su sutileza, Mason nos llena de un enternecedor mensaje de amor e ilusión bajo el tenue sonido de “Impossible”, uno de los mejores temas de esta producción que tiene un momento de fuerza; es ese momento de alivio dentro de todo el caos al que se enfrenta el LP. “Es la antítesis de lo que está en el álbum, de la ansiedad y la confusión que está sucediendo en este planeta.”
Moral Panic llega a su fin con dos temas interesantes, pero que no logran convencer al espectador. En “Can You Afford to Be an Individual?” las guitarras chirriantes tienen una vibra única y bastante especial que proporcionan cierta intranquilidad cuando la banda te cuestiona ¿tienes miedo de experimentar tu propia introspección?
Con “Before We Drift Away”, la armonía llega en un cierre bastante calmo para todo lo que se había presentado con anterioridad. Los violines y la guitarra eléctrica vuelven a este tema una entrega dramática pero en un plano medio. El cierre es particularmente algo diferente y quizá para algunos reconfortante.
“Feels so fucked up to be in love.”
7
777 Music / 2020
27/Oct/2020
A veces es inevitable recordar esos enamoramientos juveniles y tiempos más simples. Tan solo con ver los títulos de las canciones del álbum debut de boy pablo nos podemos dar una buena idea de lo que estamos por escuchar y es que el joven artista noruego de ascendencia chilena no es sutil en cuanto a su amor por la playa y su tendencia de hacer canciones sobre chicas.
Tras enganchar a una considerable audiencia con un par de sencillos y EPs que escribió en su adolescencia y su estilo entre beach pop y lo fi nostálgico, la joven promesa llamada boy pablo lanza su primer larga duración y es un buen compañero del encierro si buscas viajar a un lugar pacífico y paradisíaco sin dejar tu habitación.
Noruega no es precisamente el país en el que uno visualiza cuando piensa en el sol y la playa. Sin embargo Pablo Muñoz, mejor conocido como boy pablo, hace un efectivo trabajo a lo largo de las 13 canciones que conforman Wachito Rico para transportarte a ese destino en el que deseas pasar tus siguientes vacaciones –si la cuarentena acaba algún día- mediante una combinación de guitarras funk con abundante efecto flanger que le da tintes psicodélicos y ese sonido slacker rock que le trae comparaciones con artistas como Mac DeMarco.
De hecho, el tema que le da título al disco es una oda a simplemente bailar con una chica, “mueve las caderas y deja que te lleve el ritmo” repite durante el coro en medio de ritmos tropicales y joviales. En esa vena alegre, “hey girl” nos pinta una imagen de un enamoramiento juvenil, inocente, tal vez idealizado, con una linea de bajo pegadiza; y más adelante “honey” nos recuerda cuando éramos muy tímidos para hablarle a la persona que nos gustaba en la adolescencia.
Hasta ahora hago parecer que todo en este disco de boy pablo es alegría, felicidad y baile bajo el arcoíris, pero a pesar de que en general la música nos brinda esa vibra también abunda la melancolía y la añoranza. “I hope she loves me back” arranca la lista de canciones con un tema que suena azucarado pero debajo de la superficie es lúgubre, en ella canta sobre su obsesión por un amor no correspondido, imagina una versión colorida de “Creep” de Radiohead.
Los temas “come home” y “te vas / don’t go” comparten ese dolor por un amor que se fue y no volverá, merecen una mención las texturas espaciales que brindan los teclados, sea en forma de un sonido de órgano como en el primero o el piano que brinda intensidad al minimalismo del segundo.
“Leave me alone” y “rest up” retoman esa melancolía y angustia adolescente, en la primera busca una escapatoria a ese paraíso tropical que siente como su verdadero hogar, mientras que la segunda reina un deseo de autosuperación y una lucha interna por salir de la depresión.
Mención aparte requiere “mustache” por su naturaleza satírica y divertida, en la superficie es una oda al vello facial –que lo hace ver como Tom Selleck- con todo y un intermedio hablado en el cual su padre le cuenta sobre cómo deseaba tener un bigote a su edad, pero en el fondo es una metáfora de su deseo de madurar.
Finalmente, “i <3 u” es la mayor oda al amor que encontrarás en este disco, desborda miel con esta balada donde predomina el piano a diferencia del resto de las canciones, aquí boy pablo no esconde su completo enamoramiento, está con la chica de sus sueños y cierra el disco en una nota luminosa.
En un disco como Wachito Rico obtienes lo que esperabas, quizás peca de empalagoso y muy simplista en sus letras, pero si ya estás familiarizado con boy pablo y su estilo veraniego y colorido, eso es precisamente lo que escucharás a lo largo de sus trece canciones. Complace de la misma manera en que la comida rápida llena el estómago y si lo que buscas es precisamente música que te saque de tu burbuja citadina del mundo pandémico, quizás valga la pena que le des una oportunidad.
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