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Independiente / 2020
No es un simple material, es una conexión con la madre tierra y el reflejo del como suena el entorno natural, con el cual Simón Mejía, quién es la mitad de Bomba Estéreo, capturó y fusionó sutilmente con ritmos actuales, bajo el seudónimo de Monte.
Mirla no es cumbia fiestera como lo suele ser Bomba Estéreo, es una exploración sonora que muestra la raíz de un ambiente que solo se puede presenciar en las montañas, bosques y selvas colombianas, aisladas del urbanismo, del progreso y del mundo online, logrando una sensación pacifica y tranquila.
El viaje sonoro de Monte comienza con “Kaka Hykà (Abuela Piedra)”, con las gotas de agua haciendo eco y juntándose al unísono con una serie de voces que buscan unirse con la naturaleza, para luego entrar a un retrato nocturno del ambiente en “Hábitat Sur”, ruidos de insectos y chasquidos acompañados de un loop de guitarra y un beat tranquilo.
En “Mirla”, tema homónimo del disco, los trinos de los pájaros se juntan con un ritmo con sabor colombiano, con tintes andinos y amazónicos, que fue concebida a raíz de los encuentros entre Simón y un pájaro que aparecía en su hogar todas las mañanas.
“Jungla” y “Mar” reflejan esos entornos naturales con el sonido actual, con tendencia al electrónico, que prosigue el mood principal. “Mar” culmina con un mantra de distintos elementos naturales. En “Colibrí” adquieren notoriedad los sonidos de esa ave mística con los ritmos que llegan a asemejarse a los tambores de algún ritual o a los latidos del corazón.
Y para finalizar la exploración de la naturaleza colombiana, un homenaje al astro rey en “Sol amor”, que podría adaptarse al ritual de cada equinoccio de primavera en alguna zona arqueológica de México, en la que se busca hacer recarga de energía.
Con este material, Simón Mejía revalora la riqueza de ese ambiente que brinda una perspectiva del entorno natural de Colombia que quizá no se vuelva a repetir, en la que el ritmo musical moderno se logra adaptar y de paso nos quitan las malas vibras del acontecer diario.
Mirla de Monte es una invitación de los espíritus de la madre tierra para recordarnos que somos afortunados de que nos brinde momentos espectaculares únicos, en este caso, a través del sonido.