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Island Records / 2020
26/Ago/2020
A pocas horas del estreno de Imploding The Mirage, parecía ser uno de los mejores álbumes de The Killers, por debajo del Sam’s Town y peleando el lugar con Hot Fuss, pero no podemos pedir más. La experimentación de Wonderful, Wonderful quedó atrás, pues en este cada tema está bien planeado y pensado.
Lo que para unos podría ser un álbum más, para otros una maravilla. En un mundo en el que parece que todo está arruinado, cumple, pero no sorprende. Los temas son predecibles, pero cada uno tiene un elemento; su encanto, aquellos que sirven para ornamentar cada canción, pero la repetición, los lleva a la perdición. Solos de guitarra que son enganchados después de una nota alta y larga, sintetizadores al estilo new wave y coros pegadizos que podrían cantarse una y otra vez sin llegar a cansarnos. Eso sí, con la esperanza de verlos de nuevo, con su rock de estadio.
La primera mitad del álbum ya la conocíamos, y en la que parecía que nos iban a presentar su mejor cara. “My Own Soul's Warning”, el primero de muchos himnos en el que la tranquilidad y algunos arranques de euforia son controlados por Shawn Everett. Asimismo, lo encontramos “Running Towards A Place” en el que los sintetizadores que recuerdan a The War On Drugs.
Las historias y discursos perduran, pues en “Dying Breed” Brandon Flowers renueva sus votos con potencia y voz firme. “Caution” parece remontar a las épocas de Battle Born y Day & Age al resaltar la batería de Ronnie y la poderosa guitarra de Lindsey Buckingham. “Fire In Bone” es la primera propuesta con toque funk y diferente, en el que la línea de bajo resalta y que poco a poco se convierte en el pop convencional.
“Blowback” también cautiva con unos sintetizadores, que poco a poco se van perdiendo y regresan con intermitencia. Los teclados de Adam Granduciel sostienen la canción junto con una brillosa guitarra acústica. Las colaboraciones no se hicieron esperar, y en este caso funcionan pues la narrativa en las canciones toma otro curso. k. d. Lang en “Lightning Fields” le da fuerza al puente al ser uno de los personajes más importante de la historia, al mismo tiempo los coros ya no solo están al mando de Flowers. En “My God” tiene una energía celestial en los coros, marcando palabras importantes de la canción, sin embargo, el tiempo para Weyes Blood no es suficiente.
“When The Dreams Run Dry” cambia un poco, los deseos de salir corriendo y la inquietud se convierte en esperanza. Finalmente, como un cuento o un musical que ha llegado a su fin “Impoding The Mirage”, otro grito de esperanza mas no de triunfo. Los días de gloria para la banda cada vez se ven más lejanos e inalcanzables.
The Killers ha madurado en lo personal, mas no en lo musical, aun y cuando siguen encabezando los festivales más grandes del mundo. Difícilmente bajan el ritmo, buscando el éxito en cada canción. Lo celebro porque como fan, a veces es difícil desapegarse de todos los sentimientos que una banda ha provocado a lo largo de los años. Sin embargo, es un álbum que podría disfrutarse alrededor de amigos, desconocidos, coreando y entonando las canciones hasta que las voces sean una.
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Tribe Records / 2020
26/Ago/2020
El arribo del R&B en terreno mexicano no ha sido el más efervescente, aún cuando el género de origen afroamericano goza de gran popularidad en países como Canadá o Estados Unidos y, pese a que sus principales exponentes rigen tendencias estéticas y sonoras dentro de la cultura pop contemporánea; la barrera del idioma y una cultura e industria musical diferente a la nuestra han impedido una mayor afluencia del género en México.
No obstante, desde hace unos años se ha consolidado un nuevo Olimpo de exponentes como The Weeknd, Frank Ocean, Solange, Teyana Taylor, SZA, Jorja Smith, entre otros, que han impulsado la llegada de una renovada escena de R&B que conquistó nuevos oídos dispuestos a nutrir un creciente público.
Cómo es el caso de Victoria Monét, una joven cantante asentada en Sacramento, California quien influenciada por el sonido motown del soul, los coros eclesiásticos y la danza, se adentró en la composición lírica, siendo está disciplina la que le abrió las puertas del panorama musical estadounidense debido a su gran ingenio para componer.
Talento que la llevó a coescribir canciones como “thank u, next” o “7 rings” de Ariana Grande, “I Hate That You Love Me” de Diddy Dirty Money, “Everlasting Love” de Fifth Harmony o “Drunk Texting” de Chris Brown temas impregnados de fuerza y emociones que tuvo que expresar a través de las voces de dichos artistas.
Y que tras acumular tal experiencia, Victoria Monét llegó para consumar Jaguar, su nuevo EP, editado a través del sello Tribe Records. Valiéndose de su total capacidad para contar historias explícitas mediante canciones que reflejen su visión más sexual y honesta.
Y para muestra solo basta con dar play; ya que Jaguar abre con “Moment” una oda al sexo de tus sueños, donde Victoria se encarga de elevarte a la plenitud del clímax. Canción que transmite el arrojo y la actitud de una reina que conoce el peso de su jerarquía, el valor de sentirse una mujer plena, atrevida y sexualmente preparada para devorarte y desecharte; si así lo desea.
Mostrar esa actitud sin límites y tabúes que oculten tus deseos más explícitos o cantar sobre la estabilidad que brinda contar con dinero extra en el bolsillo −como lo hace− en “Big Boss” el interludio con mayor inclinación al deleite banal que otorga el dinero y que da paso a “Dive”, el tema con mayor alusión implícita a la libre expresión sexual de las mujeres.
“We Might Even be Falling In Love” es uno de los dos interludios contenidos en el disco. Aquí, Monét decide bajar la guardia púes no hay un statement afilado por demostrar, sino que se trata de un breve momento para asomar el alma y mostrar que debajo de la armadura también converge la fragilidad y la ilusión de ser amada.
Esta pausa emocional se diluye con el siguiente tema: "Jaguar". Al ser la canción homónima del álbum pudo ser el track con mayor proyección de emociones de todo el material. No obstante, la propia Monét confesó al sitio web de Genious que es la canción menos premeditada −ya que en sus palabras− “no llegó a estudiar al animal (jaguar) para relacionarlo”, sino que solo trató de plasmar las ideas que iban jammeando entre ella y D Mile, el productor musical de cabecera del disco.
Posiblemente la técnica de creación más recurrida durante los encierros creativos dentro de los estudios de grabación y tan funcional que terminó por robar la atención de Victoria al grado de brindarle un rostro al disco con este título.
Para este momento llega el turno de la única pieza que cuenta con colaboraciones donde se sumaron dos rostros de la escena pop actual; Khalid quien se desliza vocalmente en el sonido disco de “Experience”, track que funge como una capsula de tiempo que remite ligeramente a los clubs de la década de los 70, de la mano del productor británico SG Lewis; que junto a Victoria Monét lograron entregar el tema más alegre de Jaguar.
Satisfacción que también es compartida en “Ass Like That”, primer sencillo lanzado en otoño de 2019, que significó un culto al cuerpo, la energía física y lo radiante que te puede hacer lucir el mantenerte en forma. Y pese a lo superficial del mensaje, el trasfondo que inspiró el tema fue el amor propio, saberte feliz contigo para que los tormentos de la inseguridad no te agobien frente al espejo, sin prestarle atención a la aprobación de los demás.
Y que contrasta con el bajón emocional en “Go There With You” uno de los claroscuros que perfila la parte final del material, donde el hundirte y ser vulnerable no significa que no puedas renacer en una persona diferente.
Es en “Touch Me” donde concluye este pasional viaje auditivo, con un corte que muestra sutilmente la bisexualidad de Monét, quien se ha permitido no cerrarse al amor sin importar el rol de género de la otra persona, sin ocultar que esta canción aborda una historia real sobre una mujer con la que compartió una relación.
Así es, como las fauces de Jaguar nos han dejado sentir la fuerza con la que Violeta Monét se apropió de su entorno, pues se trata de un álbum repleto de mensajes de gran coyuntura en esta era: el sexo libre, la gallardía de la mujer, el amor propio y la diversidad abordados desde la perspectiva de una voz plena dentro de un género que puede ser percibido como endeble por la sutileza de sus texturas sonoras; pero que bajo esa frágil apariencia existe un potente discurso que ha logrado empoderar la tradición musical del R&B.
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