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Algunos conocidos se acercaron con la misma pregunta que el staff de Third Man: “¿Qué carajos es Sound Wheel?”. No es la vulnerabilidad lírica de Ash & Ice (2016), el tinte electrónico de Blood Pressures (2011) o el twisted pop de Midnight Boom (2008). Tampoco es el dinamismo rítmico de The Dead Weather ni -mucho menos- el tono meloso de “Hey Lover”. “It Ain’t Water” y “Rise” no fueron piezas referenciales para trazar expectativas en los 47 temas de Sound Wheel . “Nunca he tenido en mente una carrera como solista (...) Jamie y yo estamos trabajando en un nuevo álbum, pero él está en Los Ángeles (...) Mis bandas son el lugar en donde me siento escuchada”, manifestó Alison Mosshart en una charla con The Independent.
La artista es clara desde el principio. “¿De verdad van a escucharme hablar, hablar y hablar?” cuestiona (y advierte) en la introducción. No hay posibilidad de pensar en singles o colaboraciones. Sound Wheel es un fanzine sonoro sobre y desde la voz de Alison Mosshart. Quizá, el error consistió en dar apertura con una alusión a su biblioteca musical (Tom Petty, Fugazi, Captain Beefheart, Desert Sessions) y no con el enunciado que da sentido a “Cables Galore”: Sound Wheel es la biopsia de una artista visual, música, performer, escritora, admiradora de autos antiguos, lectora recurrente de The New York Times y coleccionista de multas de tránsito.
-Knock! Knock!
-Who’s there?
-The Daughter of the American Used Car Dealer
-What do you do?
Cuando Alison visitó la Ciudad de México para presentar Side Effects, el cartel de Panteón anunció lo siguiente: “¡Lo quiero todo y lo quiero ahora!”. Las palabras que acompañaron pinturas como “Queen Of Clubs”, “Viviendo el Sueño” y “We Are” son las mismas que dan fuerza y sentido a temas que funcionan a manera de autorretrato (atemporal) en Sound Wheel: “Hold On”, “Salt Lake City”, “She’s a Trip”, “Let’s Start a Band” y “The Daughter of the American Used Car Dealer”.
Semanas previas al lanzamiento de "Road Kill", Rebecca Lee invitó a Alison a How the F Did You Get So Confident? En dicha entrevista, la cantautora resaltó los indicios biográficos para escuchar el monólogo de 52 minutos: Nació y creció en Vero Beach, una locación del condado Río Indio en la que los mayores atractivos para las y los infantes eran el skate boarding, grabar música de bandas locales y el acompañar a sus padres a la venta de autos los fines de semana. “Pontiacs, familias, carritos de hot dogs y latas de Pepsi”, vocifera en “Sunday Style”.
Durante su pubertad y adolescencia cuestionó y rechazó los roles de género y el sexismo detrás de la mística de la feminidad. “La última vez que usé un vestido fue a los dos años; me rapé a los 11. Nunca me he sentido limitada por mi estilo. Mis elecciones me hacen sentir como una superheroína” expresó a Lesley Mackenzie (Hollywood Reporter) a mediados de 2017. “No hay cuestiones de género. Nadie me dice lo que tengo que hacer” reiteró en mayo de este año.
Desde principios de los 90, la artista no había pasado más de 14 semanas en el mismo lugar. Los trayectos de verano con su padre por los rincones de Estados Unidos la entrenaron para los tours de 36 meses, las visitas escalonadas a Dana Louise, la asistencia a desfiles de moda con Melvis Crawford y almuerzos ocasionales con Dean Delray, Brody Dalle y el matrimonio de los Fertita.
La vida de Alison siempre ha girado en torno al movimiento y desarraigo. Rara vez planea sus proyectos. Probablemente, Discount sea la única excepción. Como lo relata en “Let’s Start a Band”: A los 12, ocultarse detrás de los amplificadores era una necesidad, a los 13 exploraba su sexualidad, a los 15 quería conquistar el mundo, a los 17 tenía algo que probar y a los 20 tocaba en bares de Gipsy Hill por dinero. El recuento biográfico pausa en 2001, fecha en la que compuso “Monkey 23” al lado de Jamie Hince.
Ver América a través de tus ojos fue como ver América por primera vez.
Alison tiene tatuado “14-2-02” en la muñeca izquierda. Los primeros versos de “Sonic States”, así como las referencias a las versión original de “Hand”, “Gum” y “No Wow/Telephone Germany” en siete de los interludios recuperan algunas de las escenas del documental I Hate The Way You Love (2005) y hacen eco a la carta que escribió a Hince en julio de 2017: “Llegaría al otro lado del mundo. Tenía la firme convicción de que haríamos algo (...) Que juntos podríamos hacer cualquier cosa (...) Nos sentíamos como si estuviéramos colgando al borde de un acantilado”.
Al componer para otros, Mosshart nunca tuvo en mente que -en 2019- su nombre aparecería en el título de un ensayo en el que Sarah MacDonald (Vice) escribió sobre “cómo cambió la forma en la que las mujeres nos relacionamos con la música”
La frontwoman de The Kills y The Dead Weather lo ha repetido hasta el cansancio: Las dos bandas surgieron del encuentro y accidente. Como artista visual, la ruta no fue distinta: Fire Power nació de su admiración por Basquiat, no por un deseo de formar parte de la historia de la Joseph Gross Gallery. El repertorio de Side Effects no incluía 70 piezas; el objetivo con Danny Zovatto era pintar una sala de FF-1051 Gallery, no montar una exhibición. Originalmente, Car Ma, Sound Wheel y la serie The Excerpt Reel eran la propuesta de un fanzine de 15 páginas. “Dejemos de imaginar cómo puede terminar y comencemos a pensar en cómo es en realidad”, concluye Mosshart en “Around and Around”.
La casa de Alison en Nashville (a.k.a Disgraceland) está decorada con fotos de Iggy Pop, posters de Tony Hawk, pedazos de periódico que retratan accidentes automovilísticos y multas por exceso de velocidad. Durante una plática con Jehnny Beth (2016) y Jill Riley (2020), la artista anticipó las palabras que inspiraron el imaginario fílmico de “Road Kill”, “Louisiana” y “The Electric Sads”: Libertad, dinamismo, creatividad, exploración, vulnerabilidad, pasión y ruptura.
Alison Mosshart es reservada respecto a su vida personal. Al igual que en “That Love”, “Hum For Your Buzz”, “It Ain’t Water” y “Rise”, en “The Distance” y “Admit It” Alison se narra desde un umbral de lo íntimo y afectivo que bien podría ser el tinte nostálgico de “Hard Habit To Break” y “Days Of Why And How”: “¿Por qué me miras así si no quieres que te vea? (...) Me tenías estancada en la cima de la montaña rusa (...) Desde el principio sabía que estaba jodida, pero ¿Quién no lo ha estado?”
Otros de los elementos que son perceptibles en Sound Wheel y que no suelen formar parte del repertorio (musical) de The Kills o The Dead Weather son la denuncia y el retrato del contexto político. En temas como “Interlude/Psycho Hwy” ,“Last Package of Holy Smokes” y “Animals” la compositora retoma algunas de las declaraciones que ha hecho desde 2015; expresa su repudio por la violencia policial y reconoce el valor que tiene la lucha de las mujeres. CAPITAL LETTERS, CAPITAL LETTERS, CAPITAL LETTERS: “No voy a tolerar discursos de odio, racistas, sexistas y amenazantes” escribió en su cuenta de Instagram durante las protestas de Long Beach, Minneapolis y Atlanta.
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