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Hyperdub / 2020
“Trabajo remoto” es una frase que se ha escuchado con recurrencia durante esta pandemia por coronavirus. Para Jessy Lanza, artista canadiense de electropop, esta modalidad se volvió cotidiana después de su segundo álbum Oh No, del 2016. Ella dejó Hamilton, su ciudad natal, para establecerse en Nueva York, pero, además, laboró con su amigo y coproductor Jeremy Greenspan (Junior Boys) a distancia. Le fue complicado, sobre todo porque asumió el reto de hacer música a pesar de encontrarse lejos de Canadá con All the time (Hyperdub), su tercer y más reciente álbum.
En su portada, vemos a Jessy siendo la conductora de un auto gris. Ella se sienta a su manera y emprende lo que será un viaje lleno de nostalgia, con experimentos entre sonidos que recuerdan la década de los 80, siendo la misma Jessy la que nos lleve por 10 canciones donde plasma los sentimientos que le causan este viaje.
El álbum empieza con el sonido refrescante y dinámico de “Anyone Around”. La voz melodiosa y dulce (sin llegar a lo empalagoso) de Jessy recuerda a una de sus grandes influencias: Janet Jackson. Si le hubiesen propuesto hacer esta canción a la hermana del “Rey del pop”, ella posiblemente hubiese aceptado. Inclusive, tiene beats que coquetean con el R&B. Por momentos, también nos recuerda a Grimes. En esta composición, co-escrita con Jeremy Greenspan, ella muestra el nerviosismo y la timidez que significa estar con la persona que le gusta.
“Lick in Heaven”, sencillo lanzado antes del debut de All the time, se aprecia aún más los equipos semi modulares que usó Jessy durante la creación del álbum. Los efectos futuristas y de voces entre estribillos, semi-coro y coro se pueden notar. El “I can’t stop spinning” resuena en la cabeza después de escucharlo. Es una pieza bien ensamblada de deep house.
En la tercera canción y segundo single de All the time, “Face”, se nota aún más la influencia ochentera ante una melodía que nos transporta a la música de videojuegos de 16 bits. Con una letra simple, la artista juega con los efectos de agudeza de voz que le proporcionan los sintetizadores.
“Badly” nos recuerda a la desaparecida cantante Aaliyah, como si se tratara de una de sus canciones adaptada a estas épocas, con ese toque de R&B y funk pero sin dejar de ser pop. Hay un sutil solo de teclado electrónico que le suma puntos a la composición.
Con “Alexander”, una de las más destacables del álbum, se traslada nuevamente a la nostalgia de los 80 con una melodía soul y de hypnagogic pop que va acorde con la letra: “¿Acaso es malo estar solo?”, nos dice la artista. “Ice Creamy”, sexto trabajo de la producción, es una balada R&B que vuelve a evocar al trabajo de Janet Jackson y hasta de Paula Abdul, otra artista influencia para Jessy.
“Like Fire” nos recuerda lo dicho ante los experimentos que Jessy decidió hacer en este álbum: “Todas las máquinas hablan entre sí y se ejecutan patrones”, señaló para Hyperdub, su casa discográfica. Esto se denota aquí, donde la mezcla de sonidos se hace evidente. Por su parte, “Baby Love” nos sumerge a una atmósfera más oscura, inspirada en lo hecho por XXYYXX y que nos habla, de forma simple, de los sentimientos de atracción por alguien “Oh tú eres el primero que me hace sentir algo en este momento”, afirma la artista en la letra de esta canción. Los sonidos con los que continúa experimentando le dan consistencia.
“Over and over” es, junto a “Alexander”, una de las más destacables de la producción. Los sintetizadores le dan esa magia y tonalidad ochentera que se complementa bien con su voz y sus falsetes. En el final de este recorrido encontramos a “All the time”, con el mismo nombre de la producción. Esta se vuelve una canción más lenta, pero sin llegar a ser una balada por completo, sobre todo por la letra, donde Jessy señaló que en ella “canalizó la negatividad de la ira y la frustración derivada de algunos cambios significativos en su situación personal”. Los sonidos finales parecen manecillas de un reloj que avanza. Definitivamente es una canción personal para un álbum que nació para serlo.
All the time de Jessy Lanza es un álbum que, si bien no es el más destacado de la canadiense, se vuelve especial por tener el espíritu de nostalgia impregnada como pasajera en un viaje hacia el cambio. Hay partes débiles, como “Face” o “Like Fire” o mezclas que son reutilizadas y son notorias dentro de las 10 canciones, lo que hace que pierda fuerza. Jessy se siente cómoda en su nuevo espacio de trabajo al trasladarse desde Canadá hacia Estados Unidos durante este trabajo, pero es el proceso de acomodarse y que puede jugar en contra ante lo que se quiere mostrar y no superarnos con lo que se ha logrado en el pasado.