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Damaged Bug — Bug On Yonkers

10

Damaged Bug
Bug On Yonkers

Castle Face Records / 2020

Artista(s)

Damaged Bug

Exhumando el fantasma de Michael: Bug On Yonkers.

Michael Yonkers es uno de los músicos menos reconocidos de nuestros tiempos. Nacido en Minneapolis, creó sus propios efectos y se encargó de construir guitarras a través de modificaciones. Un personaje que entrelazaba su mente con los sonidos de una forma única, con una naturaleza innovadora y experimentando en todo momento. La leyenda vino tiempo después, cuando Sub Pop Records relanzó el archivo del artista. Muchos atribuyen el poco éxito en la década de los 70 al accidente laboral que le afectó la espalda, dejándolo inhabilitado y que le trajo bastante sufrimiento tras cirugías poco exitosas que agravaron el problema. Una serie de eventos desafortunados que eclipsó su carrera y fue diluyendo al prolífico artista. John Dwyer, bajo su proyecto Damaged Bug, presenta una curaduría de 12 temas del guitarrista bajo su característico sello. Entrando Dwyer a escena todo es posible.

El material de larga duración estaba fechado para salir en exclusiva para Record Store, pero debido a la pandemia, no fue posible y Dwyer compiló una colección que celebra el catálogo de Yonkers. Según el artista, quien también es líder de Oh Sees (si es que todavía se llama así el proyecto), escogió 40 canciones de Yonkers, hasta dejarlo en un listado de 12 a las cuales dijo “sentirse listo para tocarlas y hacerles justicia”. ¿Cómo fue la elección? El instrumentista admite que se drogó y eligió sus favoritas. Nada salió mal en esa decisión.

Michael Yonkers

Bug On Yonkers inicia con “Goodby Sunball”, y aquí sabes por qué John decidió traer a Damaged Bug y no a Oh Sees: los benditos sintetizadores. Si bien el sonido más garage de su banda principal pudo traer destrucción y poder, Dwyer optó por las texturas espaciales que su proyecto alterno ofrece. “I Tried” no es aquella joya de Michael & The Mumbles, es una joya de Damaged Bug totalmente explosiva y reversionada. Siempre he pensado que Dwyer es una de las grandes mentes de nuestra época, y con trabajos como éste, lo confirma.

“Microminiature Love” en su versión original es un primitivo psych lo-fi donde se denota la obsesión de Yonkers con el garage y el surf; aquí, Dwyer se encarga de realzar esa guitarra con los destellos de Dick Dale. Tal vez ese sea el mayor fuerte de Bug On Yonkers y el trabajo de la banda, el reforzamiento de instrumentos que en las versiones de menor calidad no se alcanzan a notar como deberían. Creo es buen momento para decir que escuchen el disco completo en su totalidad, y después de haberlo hecho, escuchen el cover de Damaged Bug y el original de Yonkers. Ahí es cuando se confirma el gran artista que es el frontman con más de 25 discos en su carrera con diferentes agrupaciones.

“Sold America” y “The Thunder Speaks” son experiencias de salvajismo y de garage puro. Este disco en vivo seguro ha de ser una locura total. “Sunflower” baja el ruido y nos trae un sintetizador acompañada de un saxofón y sonidos de la naturaleza. La voz de Dwyer acompañado de pájaros y algunos coros para terminar. Aquí hay que destacar el trabajo de los grandes músicos que acompañan el LP: Tom Dolas, quien forma parte del fantástico proyecto de psicodelia Mr. Elevator & the Brain Hotel y ahora también de Bent Arcana, la súper banda de jazz del mismo Dwyer; Nick Murray, quien formaba parte de Oh Sees cuando eran Thee Oh Sees y que toca de forma recurrente con White Fence; y Brigid Dawson, el arma secreta de John durante toda la temporada de Thee Oh Sees y quien le daba un contrapeso femenino a la banda. No es un disco de Dwyer. Es un disco de Damaged Bug. No hay ningún improvisado.

“Lovely Gold” continúa el trabajo y tenemos una de las mejores ejecuciones de Bug On Yonkers, donde, al fin, se escucha a Brigid en la voz. Se tardó en entrar. La versión angelical del demonio que es Dwyer en la voz y que le da un gran equilibrio. Se vale repetir. “Smile a While” va culminando el trabajo con un tema que podría pasar como un jammin' en vivo o una conexión. “In my Heart” lo hace de forma contundente conjuntando sintetizadores para un épico final.

¿Qué se puede criticar? Nada. Es un trabajo de un fanático a una leyenda. La reconstrucción de grandes temas que pudieron sonar más grandes de lo que son. John lo volvió hacer y da gusto que sea con otro alias. Una de las grandes mentes musicales nos regala una joya atemporal exhumando el fantasma de una de sus grandes inspiraciones haciéndole justicia a su trabajo con creces. Imperdible del año.

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Carlos Sadness — Tropical Jesus

8

Carlos Sadness
Tropical Jesus

Sony Music Entertainment / 2020

Artista(s)

Carlos Sadness

Tropical Jesus, o la desconsolada incredulidad al zodiaco.

Para desamar primero hay que querer bastante. Esta es la premisa de un humano como Carlos Sadness, que afligido esconde letras tristes en melodías alegres, justo como solía hacerlo The Smiths en los lejanos años 80. Este hombre que también le canta al mar, se inspira por la brisa de la playa y llegó de Barcelona con su peculiar estilo ahora está de estreno con Tropical Jesus, una placa nuevamente experimental, donde el artista apuesta fuerte por las bases electrónicas, dejando del lado las percusiones orgánicas, y exponiendo un sinfín de estilos finamente armonizados. Una opción ineludible para llorar bailando mientras esperamos a que el semáforo de riesgo cambie de rojo a naranja. 

La propuesta de este álbum la encontramos desde su primer track llamado “Ciclo Lunar” donde líricamente recalca la molestia por la creencia en los signos zodiacales y su ambigüedad, a través de un amor no correspondido. Si bien las temáticas de Carlos pueden llegar a ser repetitivas, sabe dominarlas y jugar a placer con elementos como la metáfora. Pero musicalmente resulta curioso la inclusión de cajas de ritmos en sustitución de la batería, algo que será constante en el resto de las canciones. Una de cal y otra de arena.

Para generar mayor expectativa en vísperas del estreno del disco, Sadness anticipó en sus redes sociales algunos segmentos de las 13 canciones que conformarían este trabajo, y una de las que más llamaron la atención sin lugar a dudas fue “Me Desamaste”, un nuevo concepto para expresar el fin de una relación donde la decepción y la resignación son los ejes para una posible sanación. ¿Quién no ha sido desamado en alguna ocasión? 

A estas alturas está comprobado que el autor de “Te Quiero Un Poco” le entra a cuanto genero musical le interesa, y a la vez colaborar con quien se le antoja – Desde Matisse, pasando por Bronco en el Vive Latino, hasta duetos con Miranda!, Daniela Spalla y Santi Balmes – sin miedo a meter a la licuadora elementos musicales de cualquier índole. Para muestra de ello tenemos “Todo Estaba Bien”, donde se nota la incorporación de un trap combinado con indie tropical cargado de bastante atmósfera. Todo esto gracias a la incorporación de Manuel Medrano. Semblanza acertada para una historia que llega a su fin y poco a poco se va perdiendo el cariño. 

A través de los alimentos y la alusión a sus aromas y sabores el oriundo de Barcelona pretende estimular tus sentidos con canciones como “Clorofila” y “Chocolate y Nata”, volviendo a usar la metáfora como pilar en su composición, conservando también sus característicos arreglos con ukulele. 

Sí, es un disco con un ritmo más lento que su antecesor Diferentes Tipos De Luz, sin embargo en Tropical Jesus hay un relativo guiño al pasado con “Ahorita”, que pareciera estar montana en una base de reggaetón, que le da aun más frescura, agregando la curiosa anécdota que cuenta Carlos en sus presentaciones en vivo, comentando que “Esa palabra no existe en España”. Sin duda es un gesto curioso y hasta de pertenencia para sus fans latinoamericanos, donde el ahorita es el pan nuestro de cada día. 

Como buen cierre a esta serie de actos melancólicos, encontramos tracks curiosos como la autobiográfica “El Gringo” donde el artista relata las reacciones de las personas al verlo pasear en las calles de nuestro país. También tenemos antes del ocaso a “Aloha” que con su dueto – Ni mandado a hacer – con Bomba Estéreo hacen un posible grito de auxilio para aquellas personas que se sientan actualmente solas. De las piezas más bellas de Sadness, sin duda. 

Estas líneas han sido escritas momentos después de que nuestro país fue sacudido – de nuevo – por un sismo de 7.5 grados en la escala de Richter. Ahora me dirijo a ti, querido lector: Que esta reseña te sirva no solo para informarte y entretenerte, espero te impulse a seguir adelante a pesar de lo mal que lo hemos pasado últimamente, en estos días donde llueve por las noches, retumban en el cielo fulminantes relámpagos, y en la mañana despertamos con ese miedo que ya identificamos perfectamente como mexicanos cada vez que la tierra se mueve.

Usemos el poder de la música como medio de sanación, para generar conciencia, motivar y hacerle frente a los males que quieran dominarnos. Recuerda que siempre hay un margen de esperanza para empezar de nuevo y regresar a la felicidad. No estamos solos, y si así lo sientes, solo di ¡aloha!.

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Damaged Bug — Bug On Yonkers