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Mystery Jets — A Billion Heartbeats

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Mystery Jets
A Billion Heartbeats

Caroline International / 2020

Artista(s)

Mystery Jets

La búsqueda de la unión de todos los latidos: Mystery Jets.

Es difícil mantener la cabeza en alto hoy en día ante el clima político y, para los artistas, guardar silencio cuando tienen una plataforma como la suya es hasta considerado una irresponsabilidad. En su sexto álbum de estudio, los británicos Mystery Jets vieron necesario alzar la voz sobre los problemas del mundo y dejar de lado las canciones personales, para dar paso a un mensaje esperanzador que se siente necesario.

Entrar en el territorio de la política es un volado para los músicos, especialmente para los que son conocidos por hacer música pop o cercana a esta. No faltará quien considera a los artistas como títeres que solo están ahí para entretener y los tachará de sermoneadores y falsos al menor indicio de discordar con sus ideales.

Eventos mundiales como la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y el Brexit han sacudido el mundo en años recientes, han significado un triunfo para el conservadurismo y la exaltación de ideales que solo siguen dividiendo a la humanidad. Ante esto, Mystery Jets pone una cara optimista, para ello también se propuso aumentar los decibeles, la distorsión y los coros potentes.

Subir el volumen y alzar la voz

Para Mystery Jets cada disco ha sido oportunidad de reinventarse, a pesar de que iniciaron haciendo indie pop amigable, su disco Curve of the Earth los vio hacer un giro de 180 en su sonido y hoy con A Billion Heartbeats están lejos de ser aquella banda que nos dio “Young Love”.

El primer sencillo de este nuevo material fue un claro indicador de que A Billion Heartbeats sería el álbum más pesado de Mystery Jets. “Screwdriver” es ruidoso, contundente y mucho más agresivo que de costumbre para ellos, “Fight them with love” repite con mucha convicción Blaine Harrison mientras te hace sacudir la melena y alzar el puño en este tema antiviolencia y que denuncia la hipocresía de ciertos grupos que profesan la fe para justificar sus fines violentos.

Más adelante, “Petty Drone” nos acerca más al sonido Kasabian de forma enérgica y con un pizca de sonidos orientales, particularmente de la India. Nos recuerda a cierta analogía que hacía Muse hace unos años de la desensibilización de la humanidad con los drones mecánicos, pero esta vez de manera más sutil.

A lo largo del disco la banda apunta a los himnos y a los grandes coros inspiradores sobre no rendirse y mantener la llama de la esperanza, dependiendo de a quien le preguntes esto puede ser o muy cursi o muy elevador del espíritu, especialmente en un momento como ahora que encima tenemos una pandemia que ha ensombrecido más un mundo de por sí oscuro.

La historia juzgará a los que callan

El tema titular del disco critica la inacción de las personas ante un mundo que se desmorona y reta al escucha a ser valiente y alzar la voz (“why does it take a tragedy to make our true colors come out” / “Why do we lie and cheat ‘till we’re old and time is up on earth?"). “History Has Its Eyes On You” desde su título ya parece un mensaje contundente, ¿es acaso la juventud la que puede reparar el daño hecho por las generaciones anteriores?

Para “Endless City” la sola voz de Harrison carga con toda la emotividad durante la primera mitad de la canción, poco a poco una nube de sintetizadores y la instrumentación va entrando discretamente a manera de un gran crescendo que sirve como el perfecto preludio para “Hospital Radio”. Esta última, al tratar sobre aferrarse a la vida, se siente muy ad hoc a nuestro presente y, naturalmente, la música cuenta con el dramatismo y la fuerza que tal tema requiere.

“Cenotaph” es el tema que más directamente ataca al Brexit y lo que esto significa para Reino Unido (“Every exit is an entrance somewhere else / Whether we get into heaven or into hell”), pero el narrador confía en que encontrarán “el camino de regreso”.

Para este y después en “Campfire Song” la banda toma una ruta más acústica, el título de esta última no es gratuito pues es realmente tan pegajosa como una canción que cantarías al pie de una fogata. Quizás de entre toda esta lista de temas se trata de la más empalagosa, abunda la nostalgia por la juventud, un tema muy recurrente en la música pop mainstream y el propio vocalista reconoció que el cambio de tono que hacen durante el clímax de esta es algo asociado con canciones pop cursis.

Perder el miedo a tener miedo

La salud mental ha sido algo que ha estado en boga durante los últimos años, su desestigmatización ha sido ampliamente plasmada en la música y esta a su vez ha contribuido a concientizar y visibilizar que nadie está exento de tener problemas como ansiedad y depresión.

El suicidio del líder de Frightened Rabbit, Scott Hutchison, hace dos años fue uno de esos momentos que sacudió al mundo de la música y varios artistas como Death Cab For Cutie, Julien Baker, Hayley Williams, entre otros expresaron su consternación y la necesidad de buscar ayuda antes de que sea tarde. En el caso de Mystery Jets, también tomaron la noticia a pecho y se inspiraron en la tragedia para el tema “Watching Yourself Slowly Disappear”.

Contrario a lo fatalista y lúgubre que suena su título, es una canción sumamente eufórica, luminosa y hace un llamado a gritar auxilio ante al agujero negro que implica la depresión, también resalto la crítica que hace a la masculinidad tradicional que implica guardar las lágrimas y callar las emociones, esa visión reduccionista y represora que hace tanto daño y contribuye a que muchos busquen una salida definitiva e irreversible.

Un disco como este no podía cerrar de una manera más apropiada que con “Wrong Side of the Tracks”, si llegaste a este punto ya fuiste o cautivado por el mensaje de Mystery Jets o alejado por lo reiterativo de este. Muy al estilo de Coldplay, es un cierre hímnico con el sentimiento de esperanza ante un clima actual que parece tener todo en contra, recalca el poder de la juventud (“don’t grow up, it’s a trap”) e insta al escucha a seguir sus sueños y no detenerse.

A Billion Heartbeats es un disco que se enfrentó a un retraso para ver la luz, una operación del cantante, y actualmente los planes de gira de Mystery Jets se vieron truncados por la crisis del COVID19, pero ahora que ha llegado a nuestros oídos sus canciones nos brindan una chispa que no hace daño en ocasiones como esta, cuando necesitamos que alguien nos dé una palmada al hombro y nos diga que todo estará bien.