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“Durante los últimos 25 años los parapsicólogos soviéticos y checoslovacos han reportado que los fenómenos paranormales como la percepción extrasensorial, la telepatía y la psicokinesis han sido demostradas bajo rigurosas condiciones científicas en laboratorio... Como respuesta a los escépticos estos científicos argumentan que existen datos bien fundamentados que resultan anómalos a los paradigmas científicos como la percepción extrasensorial... telepatía (biocomunicacion para los soviéticos) y psicokinesis (bioenergética para los soviéticos)... en resumen ellos concluyen que la ciencia ya no ofrece una razón segura para negar la posibilidad de cualquier evento no causal”, extracto del documento Soviet and Czechoslovakian Parapsychology Research preparado por la Agencia de Información e Inteligencia Medica del Ejército de los Estados Unidos publicado el 15 de abril de 1975.
Alrededor de 1956, el Dr Pavel Naumov condujo un experimento donde colocó a un conejo hembra en una estación militar y a sus crías en un submarino sumergido. A la madre se le colocaron electrodos en el cerebro y registraron reacciones en este en el preciso momento en que mataban a sus crías a cientos de kilómetros de distancia. El estudio fue clasificado como secreto aunque el Instituto Pavlov de Moscow siguió investigando la telepatía animal hasta 1970.
Según los documentos liberados por la CIA, durante la guerra fría la Unión Soviética investigó fenómenos de percepción extrasensorial entre ellos la telepatía. Este fenómeno paranormal, que consiste en la transmisión de contenidos psíquicos entre individuos a través de la mente sin usar medios físicos, fue validado por el gobierno ruso aunque sus causas a nivel cerebral nunca fueron explicadas. Para los soviéticos el origen de este fenómeno se encuentra a nivel energético en un campo de la ciencia aun sin explorar. Ellos lo definieron como Biocomunicación.
Quizá este fenómeno pueda explicar el auge de un genero como el shoegaze en un país tan alejado de las modas occidentales. Un tipo de música que conecta con sus seguidores a travez de olas masivas de ruido lento, delays, reverberaciones, distorsión y voces armoniosas que se sienten en los huesos y en el alma colocando al escucha en una especie de trance hipnótico.
Aunque en los años 90 bandas como Hot Zex (Novosibirsk) y Plastica (Moscow) siguieron los pasos de My Bloody Valentine y Slowdive fue hasta el siglo 21 con bandas como Aerofall, Pinkshinyultrablast y Blankenberge que el genero realmente se puso de moda en las tierras de Putin. Gracias al Internet y a que en el shoegaze las letras pasan a un segundo plano, este genero ha salido de las fronteras de Rusia para llegar a todo el mundo. Tal como en la Biocomunicación, las mentes se colocan en la misma frecuencia y con la energía de la música transmiten una idea que es capaz de cruzar las fronteras del idioma.
Cierren sus ojos y abran sus oídos para ser hipnotizados por los telépatas atrás de estas grandes bandas en este hermoso playlist de lo mejor de la escena del shoegaze ruso.