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Voyage Voyage

Voyage Voyage: Impermanencia eléctrica.

El dueto alemán regresa con su tercer álbum de estudio, Voyage Voyage, después de su debut en 2013, In Technicolor y en 2015, This Side of Paradise.

Georg Conrad y Marius Bubat inspiraron la cadencia eléctrica de Voyage Voyage en la muerte de un padre y el nacimiento de un hijo, eventos alternos que voltearon su mundo, creando nuevos matices en su mente para jugar con el indie rock y la música electrónica, que de vez en cuando, a lo largo de los 10 tracks, remontan a un club nocturno pequeño y oscuro, allá por los años 80, muy ad hoc con el título que escogieron para el proyecto, haciendo referencia al hit techno de la francesa Desireless en 1986, del mismo nombre. 

Nos adentramos entonces a una serie de melodías en neón y beats casi orgánicos que llegan en momentos precisos para hacer terremotos en nuestro cerebro. Con "Spiracles" viajamos a través de ondas escalonadas, que de una en una van construyendo un recinto misterioso donde solo hay luces y movimiento. Para "A-Train" se puede sentir una energía clásica del género indie, con bajos en índigo y voces en unísono, que recuerda a The Black Keys en 2014 con Turn Blue. 

El álbum sucede en una especie de impermanencia, con el intercambio constante de melodías, que en veces son más alienígenas que alternas, pero aún así conservan una misma línea a lo largo de todos sus 48 minutos. Sin embargo, aunque tiene chispazos de peculiaridad con su combinación multicolor de synth y pop rock, cae de vez en cuando a una fórmula clásica de un indie ya conocida, pero esto no le quita su cualidad dinámica, que nos lleva a través de movimientos orgánicos y secuencias electrificantes.