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Entrevista con Thieves Like Us

Entrevista con Thieves Like Us

Un bajo perfil para tener alta calidad: Thieves Like Us en México.

En este mes, suenan las campanadas en todas partes, los colores mexicanos se miran mucho más vivos, estremecen; es irónico que se celebre una independencia al país ibérico, pero por otro lado, se olvide el patriotismo y la falta de derechos y desigualdades. Los ánimos en el país no son los idóneos para festejar, sin embargo, una visita extranjera de la banda germánica Thieves Like Us estremecerá, a todos los amantes del sonido tecno y la música rítmica, con un pequeño tour que comienza el 14 de septiembre en un show sin precedentes en el Auditorio BlackBerry al lado de la mega banda UNKLE. A propósito de ese show y las presentaciones en provincia, pudimos platicar con Andy Grier, el líder de la banda europea, sobre la percepción de un extranjero sobre el pueblo mexicano, los shows que ofrecerán en México y hasta un poco sobre su vida rutinaria en su pueblo natal.

“Aquel show con UNKLE es una experiencia de vida, nos sentimos emocionados más que como si fuéramos público; la presión de tocar con ellos es grande, pues tiene una gran audiencia y en esos grandes escenarios, a veces es difícil establecer contacto e interacción con la audiencia que no está allí para verte a ti; si me preguntan, yo prefiero shows muy pequeños, como uno que tuvimos hace un tiempo en el Galaxy, en la ciudad de Guadalajara. Aquel fue uno de mis favoritos, pues era un venue muy reducido, lo que permitió una interacción íntima con el público; había luces color neón iluminando el recinto y eso permitía ver la cara de todos los presentes, con todo y sus expresiones, notábamos cuales canciones disfrutaban más y hasta cuando la energía del show decaía. Mis shows favoritos son los que incluyen a no más de 40 personas, pero todos se disfrutan”, expresó.

En el mundo de la música siempre se habla de fiesta, fama, dinero, drogas, sexo y muchas cosas más, que, en más de una ocasión, no son más que espejismos. Para Andy, ser músico es un placer y, si bien es padre recibir paga, no es su ideal vivir de la música. “Yo tengo una onda ética y psicológica con crear música para generar enormes cantidades de dinero; para mí, la música es sentimientos transmitidos y pienso que es como un doctor que te cobra para poder salvarte la vida o no, entiendo que existe la profesión de ser músico, pero el vivir inmerso en el remolino de la música comercializada, te quita tu esencia como ser humano y como ciudadano normal”, comenta.

Y agrega. “Amo ir a México y Latinoamérica y cuando visitamos, nos sentimos como en casa, hasta tengo un platillo mexicano favorito, solo que no recuerdo el nombre ahora; pero, a pesar de poder visitar el país y vivir todas estas experiencias en nuestra octava vez ahí, yo no podría vivir de gira, de país en país, de ciudad en ciudad, toda la vida. Si así me es difícil mantener amistades duraderas, ni se diga una relación amorosa, imagina con la ausencia permanente de tu vida rutinaria, la de un ser humano con necesidades y ávido de tranquilidad; de hecho, en nuestros pueblos natales, todos mantenemos trabajos normales, el mío en un restaurante, es mentira la fama y la fortuna, creo que solo somos rockstars cuando vamos a México, porque la frialdad de los europeos nos permite tener una vida muy normal cuando volvemos. La cultura mexicana y los latinos en general disfrutan nuestra música, porque está hecha para moverse y bailar, algo innato en la sangre de todos allá”, afirmó Grier.

“Yo soy bueno experimentando, me gusta seguir el camino y mover si es necesario; tal vez un talento oculto, puede ser la fotografía, pues incluso hice el arte y la portada de uno de los discos, aunque cuando empezamos el proceso de creación y producción, justo en el 2017, traté de dedicarme al cien a la composición de la melodía y consecuente, de la música, pues bien se dice que si quieres ser bueno en algo, lo enfoques al cien, y si quieres ser malo en algo, trata de hacer dos cosas a la vez. Nos tomó 18 meses crear un nuevo álbum con nueve tracks, fue un proceso de aislamiento un tanto agotador, donde nos enclaustramos y nos obsesionamos, al menos yo, al punto de estar por dormir y seguir generando ideas para melodías; ahora entiendo el dolor de las mujeres, este disco fue la gestación y nos sentimos como elefantes gestando y dando a luz, igualmente doloroso y tardado”, finalizó Andy Grier.