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13 años llevan haciendo música “electrónica-tropical-extraterrestre”, como definen su sonido. Y en este 2019 Frikstailers ha lanzado su más reciente álbum titulado Extrasolar. Compuesto por 12 canciones más uniformes respecto a sus placas anteriores. Éste es un disco realizado completamente en México, país que ha tenido una influencia directa en su obra “hay varios guiños sobre eso, como la canción “Telotihuán”; en la tapa hay una pirámide y en la introducción hay un poema en Náhuatl”, dicen en entrevista para Indie Rocks!.
Rafael Caivano y Lisandro Sona, productores argentinos que juntos son los Frik, cuentan que para hacer un disco suelen tardar varios años, pues les gusta no solo sedimentar los sonidos sino crearlos conforme avanza el tiempo también en su persona, así surgió éste álbum. “Las primeras ideas nacieron hace unos cuatro años. Y después de tener una tonelada de música, vamos descartando. En el medio pasamos por un proyecto paralelo que armamos que se llama Klik & Frik. El disco lo terminamos en septiembre del año pasado y la verdad que estamos muy contentos. Lo que elegimos fue mucho más a consciencia para lograr este viaje sensorial”.
Viaje sensorial, cósmico, sintético, natural; así se refieren constantemente a lo que buscan hacer con su propuesta sonora y lo que quieren provocar en sus seguidores. Los productores ponen especial énfasis en los beats creados pero también disfrutan de las letras, especialmente cuando éstas surgen a través de la colaboración con otros artistas, como por ejemplo la canción “El mito”, que dentro del delirio del dúo se aprecia en un sentido más terrenal. Aquí colabora Andrea Echeverri; es el tema más cumbianchero que integra Extrasolar. “Los colaboradores de alguna forma reinterpretan nuestras canciones, si bien nosotros las pensamos de una forma, ellos llegan y les dan otro sentido”.
Acerca de la evolución o metamorfosis de su sonido, aseguran que ahora. “Estamos más concretos. Empezamos como música experimental. Uno de los primeros festivales en los que sonamos fue el Experimenta de Madrid y sí, como el nombre del festival lo indica, íbamos más hacia ese lugar; después movimos un poco más el proyecto hacia la pista de baile. Lo veo ahora mucho más concreto y plasmamos más las ideas hacia algo asertivo.”
En la línea de cambio sonoro, con el tiempo han logrado cada vez con más satisfacción el hilo de tensión energético en sus discos; pero para lograr esto los shows en vivo les han ayudado, pues ahí desarrollan más una consciencia de DJ. Así que frente al público también experimentan y aprenden, como cuando tocaron en el festival Rock al Parque en Bogotá, uno de los primeros en los que se mostraron, ahí su tinglado era para más o menos 10 000 personas. “La gente respondió con un estruendo ni bien salimos al escenario. Es como una fotosíntesis, estás dando algo y también se te devuelve pero con un caudal, te energiza. Ha pasado varias veces y se disfruta mucho más que nada por la interacción con la gente. Eso te da una idea de la pista de baile y de cómo manejar la energía”.
Para finalizar, aclaran que dotan a su obra de profesionalismo, pues aseguran. “Siempre intentamos hacer discos, buscamos que cada canción viva por sí sola también. Tratamos de hacer música que dure para siempre. Hacer una canción. En este disco también hay un montón de matices, se enfoca para un montón de públicos, varía de lo enérgico total a otros sitios, por ejemplo, un trip volador”.