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Loma Vista Recordings / 2019
Los 10 años de carrera de Local Natives son el ejemplo perfecto de aprendizaje y del consejo mundialmente conocido de tomar lo mejor de cada experiencia. La tranquilidad reflejada en su primer disco Gorilla Manor, la oscuridad que transmite Hummingbird y la positividad cargada en Sunlit Youth se unen para formar el álbum más cohesivo y armónico de Local Natives: Violet Street.
Desde el primer acorde relajante de “Vogue” se siente la confianza y seguridad de la banda. Le siguen sus sencillos, “When Am I Gonna Lose You” y “Café Amarillo”, que se contraponen de la mejor manera posible. La primera muestra, con voces fuertes y un ritmo incluso pegajoso, el miedo e inseguridad de perder a un nuevo amor antes de que se solidifique una relación; mientras que la segunda habla de la seguridad, no solo de un lugar sino de una persona: de cómo un lugar puede traer paz y de cómo las personas también son lugares.
“Munich II”, una introducción instrumental que se conecta perfectamente con “Megaton Mile”: una invitación a enfrentar de la mejor manera el fin del mundo. Baila y ríe cuando estás feliz; baila y ríe cuando todo va mal.
Por otro lado, “Someday Now” usa el mismo ritmo base que su predecesora para mostrar un lado más agridulce del amor: la inestabilidad de una relación. “How long could I ask you to wait? Wait for someday. You already waited so long. You want someday to be now”. En teoría, una relación es acompañarse en los retos de ambos sin jerarquías. Sin embargo, ¿cómo priorizar el potencial de cada uno? ¿cómo manejar el ascenso y evolución de cada uno?
La misma perspectiva de incertidumbre se presenta en “Garden of Elysian”, que explora el cliché del hubiera. ¿Cómo nuestras decisiones con el amor afectan nuestro rumbo y qué hubiera pasado si se hubiera hecho algo diferente? Todos nos lo hemos preguntado, pero no con una melodía tan dulce y sencilla.
Finalmente, Local Natives cierra este camino de introspección y análisis existencial con la joya del disco y una de las mejores canciones en su haber: “Tap Dancer”. Cuerdas orgánicas, voces corales inesperadas y grabaciones de fondo acompañan el deseo de magia en cada día, la melancolía que causan los pasados buenos momentos, y el reto que representan algunas cosas que para otros son nimiedades.
Las texturas sinfónicas, el sentimiento de calma, así como las cuerdas y piano en acordes transparentes junto a brillantes beats destacan lo mejor de Local Natives. Definitivamente, una excelente decantación de la esencia de una banda.