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“Si existe alguna posibilidad de que algo salga mal, saldrá mal” es una frase conocida por todos nosotros, bueno, en realidad es una ley: la Ley de Murphy. Aunque no sabemos mucho de aquel tal Murphy ni de cómo llegó a esa conclusión, pero puedo estar seguro que fue en un momento como el que vivimos ayer por la noche con el motivo de la presentación de JMSN por segunda vez en la Ciudad de México.
La situación se complicó después de que se informara del cambio de venue tan solo una hora antes de la pactada para abrir puertas en el Foro Indie Rocks! las personas ahora tenían que llegar a un recinto llamado Jardín Juárez, ubicado a unas cuadras del metro Balderas, en la colonia Centro. Pero las malas noticias no acabaron ahí. Todos contemplábamos que el evento iniciaría a las 21:00 H., o en algún punto cercano de la noche, pero no… aún sin que el lugar llegara a su máxima capacidad y después de horas (literal) de esperar y ver cómo llegaban cajas con amplificadores, consolas y tarimas, Noa Sainz abrió la velada con el reloj marcando las 22:54 H.
Después de pedir disculpas y agradecer a todos quienes se encontraban ahí a pesar del repentino cambio y las complicaciones que ello supuso, la de Saltillo nos deleitó con un setlist bastante ameno y ad hoc a lo que esperábamos para calentar motores antes de escuchar a Christian. Con un par de problemas técnicos que se fueron solucionando conforme su presentación avanzaba, la voz tersa y sensual se escuchaba en todo el jardín y hacía juego a la perfección con las tenues luces que titilaban sobre nosotros, ancladas a marcos de madera que daban la sensación de una casa abandonada a medio construir. La atmósfera del momento comenzó a cambiar y donde antes hubo cansancio y molestia ahora había una sensación de gozo y ánimo. El sonido no era ni por asomo el adecuado, los agudos estaban a tope y la profundidad en los vocales no existía, un audio plano y con más altos que nada fue lo que tuvimos que escuchar durante toda la presentación de la artista que ya se perfila como una nueva promesa del R&B en nuestro país.
Tuvieron que pasar unos minutos más para que a través de los amplificadores y bocinas escucháramos la voz de Christian. Faltando 20 minutos para la media noche JMSN con guitarra al hombro y sus músicos comenzaron a deleitarnos con su sonido. Abrió su presentación con “Levy”, tema de su más reciente disco y a medida que los gritos del público cesaban, la masa de cuerpos reunida frente a la improvisada tarima ondulaba en un baile lleno de sensualidad y cadencia. La calidad de su música es algo a destacar, pues aunque el audio seguía siendo penoso, la voz de JMSN y la habilidad técnica de su baterista y bajista resolvían aquel inconveniente por completo. Siguieron temas como “Fallin’” y “Drinkin’”, siendo este último un recuerdo directo a su presentación previa en nuestra ciudad.
El resto de la noche siguió de la misma manera, con gente bailando al ritmo del de Michigan y disfrutando de cerveza y tragos, olvidando incluso la engorrosa espera y haciendo de la noche una fiesta llena de R&B y luces tenues en la oscuridad.