9
Sacred Bones Records / 2018
30/Oct/2018
Si la imagen del asesino serial Michael Myers es imponente por el vacío de los agujeros negros que lleva por ojos y que contrasta con lo blanco del rostro, la música que acompaña su andar –cuchillo en mano– le da el aura del que habla su psiquiatra el Dr. Loomis Cuando lo describe por primera vez: él es “pura maldad”. Por eso no lo pueden matar. Estamos ante la personificación del odio, el dolor y lo destructivo de la humanidad. El score creado por el también director de la primera entrega, John Carpenter es una herramienta más de terror del que se sirve “el hombre calabaza”.
Para la nueva entrega del universo cinematográfico de Halloween, John Carpenter, su hijo Cody y el compositor Daniel Davies cocinaron un soundtrack más aterrador que los previos entregados por el propio Carpenter padre. Además del clásico tono del synth que asusta a cualquiera sin importar que haya visto o no la cinta y al que le han hecho las respectivas variaciones como percusiones más marcadas, texturas escalofriantes sobre gélidas notas de piano o un beat acelerado, los tres músicos le dan al resto de la música cuerpo y una vibra desesperanzadora.
En “Michael Kills Again” unos riffs estruendosos rompen una puerta que deja escapar un ansioso tic-tic-tic-tic cuando Myers toma forma de nuevo en la cinta. Cuchillo brillante atravesando cuellos. El resto del track es amenazante hasta las notas cuasi tristes con las que finaliza el tema, los compositores no solo quieren darle más armas al asesino, sino que quieren acabar con cualquier grado de esperanza que pueda existir sobre los personajes de la historia. Cuando Trent Reznor y Atticus Ross reinterpretaron el tema de la cinta en 2017 lo dotaron de sus característicos sonidos fríos, pero aquí las notas de piano son puestas sobre el ocaso de la tarde y con ello, la amenaza de la noche. Señal de advertencia.
Y si ya hemos dicho que a él no se le puede matar entonces hay que esperar su resurgimiento y su paso lento pero constante, “The Shape Kills” y “Laurie Sees The Shape” conducen a este hombre no-humano sobre bajos, beats y unos escalofriantes pero al mismo tiempo maravillosos synths que se clavan como cuchillos en los oídos o palpitantes latidos de alguien que huye y golpea fuertemente para que abran la puerta. La composición de la tríada alcanza momentos increíbles: reiteración usada al mínimo, prolongación ante clímax y elemento sorpresa que estremece.
A John Carpenter se le conoce como el maestro del terror por su mano ante la cámara en cintas como Christine, The Thing y Halloween, también por crear beats espeluznantes sobre la electrónica, pero, y especialmente, por comprender la sensación del miedo y explotarla a través de sus técnicas como la ausencia de un rostro, porque es más aterrador si no vemos quién está detrás de la máscara. El suspenso jamás termina. Así que por seguridad cierren las puertas y guarden los cuchillos durante esta noche de brujas.
8
Sacred Bones Records / 2018
29/Oct/2018
En ocasiones omitimos que la música que escuchamos, así como todo lo que hacen las bandas, tiene la mayoría de las veces como principal objetivo la comercialización de lo que producen. Ósea, es un negocio y todo es un medio con el fin de generar dinero. Sin embargo, existen agrupaciones o artistas que verdaderamente ponen el fin económico en segundo plano, y simplemente están en “este camino”, para expresarse y comunicar de la forma más pura como seres humanos.
Tal es el caso de Anika, una periodista y poeta britano-alemana, que en la última década se ha enfocado a la música a través de diferentes identidades, entre las que se encuentra Exploded View, banda conformada por los mexicanos Hugo Quezada, Martin Thulin y Amon Melgarejo. Juntos, lanzaron un intricado álbum homónimo en 2016, y ahora nos deleitan con Obey (2018), material grabado en nuestro país.
Esta producción sobresale, ya que pese a ser una obra de autor y experimental, no raya en lo pretenciosa y se enfoca en verdaderamente componer música del corazón con una base aterrizada. Esta plataforma era el sonido previo de Anika, una exuberante mezcla de post-punk y rock avant garde. Así, este material nos ofrece un recorrido bastante ameno, pero al mismo tiempo que requiere un esfuerzo al oírlo para digerirlo correctamente. Da tanto como uno quiera proporcionar al escucharlo.
Esto lo notamos desde el inicio con “Lullaby”, un interludio misterioso y ambiguo que da paso a “Open Road”, una dulce balada con delicados samples que te ayuda a visualizar corrientes de agua, llenándote de nostalgia. A continuación, sigue “Dark Stains”, una acelerada pieza con vibras techno, oscura e hipnótica. “Gone Tomorrow” es una colección auditiva de ecos disonantes, que se mezclan perfectamente para envolvernos entre claro oscuros. “Obey”, es una epopeya ruidosa y abrumadora pero que de alguna forma nos lleva de la mano hasta el final.
Hasta el momento la producción ofrece suficiente variedad y merece un aplauso, ya cuida tanto forma y fondo en cada una de las canciones. Como se muestra en “Sleepers” que da un giro total para convertirse en una canción pop con puntiagudas armonías. “Letting Go of Childhood Dreams” es minimalista y cautivante. Ya para ir cerrando, tenemos “Raven Raven”, cuyo puente y estructura nos recuerda a la también clásica “Yang Yang” de Anika. El material finaliza fuerte con “Come On Honey” con una explosión en la batería y bajo, así como con “Rant” que regresa a esa intensidad techno para incentivarnos a agitar todo el cuerpo.
En definitiva, Exploded View nos brinda un complejo disco que vale la pena escucharlo varias veces para desentrañar todas las texturas y sonidos. Y lo que es mejor aún, es que se presentará próximamente en un espectáculo en vivo que nos agasajará por completo, el próximo 15 de noviembre en el Foro Indie Rocks!.
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Avisos