8
Parlophone / 2018
02/Oct/2018
14 álbumes solo durante su carrera solista no son poco. Eso lo sabe John William Weller, más conocido como Paul Weller. Eterno modfather, impulsó con The Jam el resurgimiento de una subcultura como es la mod, distinguida por el vestir formal y el andar en motos Vespa por toda la ciudad. Como solista, casi cada año nos sorprende con un nuevo álbum. Sus 60 años de edad no lo detiene. True Meanings, su última producción, está caracterizada por distanciarse completamente de la anterior en cuanto a sonido (A Kind Revolution), por las influencias de Neil Young en sus composiciones, por la predominancia de la guitarra acústica, y los instrumentos de cuerdas en la mayoría de canciones, lo que nos refleja el nivel de la calidad compositiva que mantiene Weller y nos demuestra lo cómodo que se siente al explorar musicalmente.
Aquí saca a relucir su más reciente traje: El de una persona experimentada que se caracteriza por su fineza y por su nivel. Con ello, el señor Weller puede (merecidamente y como se ve en la portada del disco) sentarse en ese sillón de leotardo turquesa, tomar su cigarrillo y hacer una retrospección de sí mismo, para comunicar a través de las melodías y letras el cariño que le tiene a la vida, pero en los que hay momentos de tomarse un relajo, porque los 60 años no pasan en vano, están llenos de lecciones y merecidas reflexiones que uno debe de hacer antes de proseguir, ahora más calmado y pausado.
Con "The Soul Searchers", define el sonido del álbum desde el inicio, y eso da una buena base para el desarrollo del mismo. En esta primera canción la guitarra acústica se deja apreciar. El riff es llamativo. Nos damos cuenta que no es un artista para nada improvisado. El mensaje de la misma es esperanzador, pero te deja con la intriga de querer oír más.
Los años no pasan en vano. Esto se ve reflejado en "Glide", segunda canción del álbum, en la cual crea versos que evocan a su juventud y a lo fuerte que puede ser la soledad cuando estamos en una etapa en la que analizamos lo vivido. La guitarra acústica sigue siendo la pieza principal de la composición. Por supuesto también hay que destacar los instrumentos de viento que aportan temple y armonía a la obra.
"Mayfly" posee un ritmo que recuerda a “Bang A Gong (Get In On)” de T. Rex, aunque con el pasar de la canción se vuelve más un "Cigarettes and Alcohol" de Oasis por los golpes de lo que parece ser un tambor (en este detalle recuerda la amistad que él mantiene con Noel Gallagher). Es el tema más rock’n’roll de True Meanings. Realmente destacamos que Weller emplee un elemento que muy pocos artistas de rock/pop usan hoy en día: Las trompetas. Les da un buen desempeño dentro de la canción. En cuanto a la letra, sigue jugando con el mensaje de "Glide", lo cual no está mal si se ve como la segunda parte de esa canción. Por ello es acertado haber colocado a las dos consecutivamente.
"Gravity" es una canción tierna. Es de aquellas que pondrías en un salón elegante durante un acontecimiento importante y aprovecharías la ocasión para bailarla lentamente con tu pareja. "Old Castles" es una canción interesante. Nos cuenta la historia de un rey que ve cómo su mundo se va resquebrajando, pero a él no parece importarle. Él observa tranquilamente.
"What Would He Say?" refleja un mundo pesimista, en el que Weller se cuestiona, con resignación de por medio, qué pensaría o diría el otro a causa de las acciones que realizamos como seres humanos. Pero también en la canción se desprende el autocuestionamiento, en el que ese “otro” sería él mismo. El solo de trompeta salva a la canción de no volverse monótona. "Aspects" también toma ese rumbo en cuanto a mensaje, en el buscar las respuestas que consideramos correctas al ocurrir ciertas situaciones buenas o malas que afrontamos a largo de nuestra vida.
Como octava canción está "Bowie". Sorprendió, no solo por el nombre, sino por la letra. Es la tercera y parte final de "What Would He Say?" y "Aspects", en los que el protagonista buscaba la razón a lo que realizó durante su vida. "Bowie" le comenta que todo es constante aprendizaje y que hay que disfrutar de ese viaje en el que no necesitas estar lejos para emprenderlo. Es una canción realmente emotiva.
La “magia” de "Bowie" dura poco, porque "Wishing Well" es la versión más lenta de la canción anterior. El trasfondo es bueno: Vive y deja vivir, pero se torna un poco repetitivo si lo ponen como siguiente canción. "Come Along" define la manera más educada y elegante, por los instrumentos que se emplean para esta canción, de persuadir a una mujer a pasar la noche con él, a pesar de que ella esté comprometida con otra persona. Lo más reflexivo y realista está en "Books", en el que Weller alude al panorama de destrucción que producen las guerras. Sólo en esta canción usa un sitar, instrumento tradicional de la India, que calza perfectamente con el pedido de paz y tranquilidad que desea.
En "Movin On" se encuentra la fuerza que mueve a todo el álbum: El amor por la vida. El estar agradecido de vivir le provoca sensaciones, que a su vez se dirigen a una enseñanza/ aprendizaje y eso es lo que lo vuelve feliz. Esta felicidad perdura en "May Love Travel With You" como una bendición hecha canción. Esta sinfonía ha cumplido su propósito.
Weller es consciente de que no somos inmortales, por lo que el dar pase a las nuevas generaciones y disfrutar la vida al máximo de nuestros últimos años se ve reflejada en la canción "White Horses". Aquí se destaca el uso de instrumentos de viento, así como el xilófono en la percusión, que le da un toque más enternecedor.
Quizá debamos decodificar verdaderos significados a través de las canciones de este álbum. Canciones que si bien no cuentan una historia en específico o no siguen una secuencia que las lleve a estar ordenadas, encuentran su fuerza en la primera mitad de la producción, pero no por eso se deja de disfrutar las 14 composiciones que contiene. Se rescata la presentación de una propuesta más calmada y sinfónica de lo que se esperaría, ya que el disco anterior (A Kind Revolution) suena completamente diferente a este. Más íntimo, sereno y ambicioso, nada lo detiene para que True Meanings resulte ser una oda convertida en sinfonía para dar gracias a la vida. Y lo seguirá haciendo con la calidad musical que lo identifica.
8
Sony Music / 2018
01/Oct/2018
Dos años distaron entre el lanzamiento del primer sencillo y el material final que los regiomontanos Coco Santos y Orlando Fernández finalmente presentan. Destellos llegó y el dúo no pudo elegir mejor nombre para su primogénito.
De entrada, echando una mirada rápida al tracklist, los singles resaltan por sí solos, y es como si mi subconsciente los aislara por un momento y me concentro casi un 100% en lo nuevo. Los primeros lanzamientos ya tienen toda mi atención y claramente múltiples likes por los escuchas –los números en Spotify lo dicen todo–. Como parte del escaneo rápido colaboraciones con Buscabulla, Girl Ultra y Ela Minus me hacen deducir que estos temas tendrán una fuerte carga erótica, gracias a las delicadas voces femeninas en contraste con los falsetes que Orlando y Coco manejan dentro de su estética musical.
El bajo funk de "Palmeras" abre el telón de esta primer placa de Clubz, dicha pieza es relativamente nueva pero ya había pasado por nuestros oídos desde hace unas semanas, poco después también nos presentó el visual con una narrativa policiaca y aires vintage. Para el segundo tema, ya teníamos por demás conocida la tonadita y el "a, a, áfrika , a, a" –las “a” que suenan más como “ja” pero ese es el toque especial de Coco–.
"Réplica" es un deliciosa pieza disco, la melodía transcurre como brisa fresca, que de pronto se encuentra con toques de sintetizadores y se mezclan con toda la armonía. Sin necesidad de agudizar el oído, los saxofones de fondo aportan un toque de sensualidad, y así, la composición explota en la cabeza y en todo el cuerpo como una bomba groovie que nos hace mover los hombros y chasquear los dedos a lo largo de sus 3 minutos con 54.
El ritmo disminuye su tempo cuando llega "Nagano", la música escurre como una suave mezcla de colores pastel gracias a la voz de Ella Minus que se enreda entre bajos, teclados y una vez más, finos saxofones para regalarnos una balada soul totalmente romántica.
A lo largo de sus años en la escena, Texturas, Épocas y ahora Destellos, son la prueba del cuidado y perfecto manejo que Clubz tiene sobre el estilo que eligieron para representar sus ideas y plasmar el conocimiento e inspiraciones que guían su música. Prince, Madonna y Ariel Pink son algunas de sus mayores influencias, según comentaron es la última entrevista que tuvieron con Indie Rocks!.
"Cáile" es otra de las colaboraciones que aparecen como un foco rojo dentro de los once tracks, Raquel Barrios desprende una energía tropical y melosa. El duo boricua Buscabulla embona con facilidad en este material discográfico. Colaboraciones como esta podrían ser recurrentes, y seguramente jamás habría algo malo en ellas.
"JAMZ" es el track ocho, que bien podría escalar hasta el primer lugar y funcionar como un intro al álbum. Los golpeteos en el modulo de percusión y efectos desvanecidos abren paso a explosiones en forma de ondas distorsionadas, y sin tener en cuenta la duración de esta composición, la carga synth resulta bastante agradable.
Para el tema nueve, las primeras notas nos resultan familiares, no se trata de una pieza meramente nueva, "Popscuro" en uno de los sencillos que abrió al dúo regio las puertas de venues y nuevos escuchas, sus casi dos millones y medio de plays son la mejor prueba del éxito que les resultó esta combinación de pop y picardia millenial. El tema descarado de la lírica y la delicadeza con que la música lleva todo el issue amoroso (para mi gusto, perfectamente bien plasmado en el visual) atrapó al público y es ahora uno de las canciones más pedidas y escuchadas por sus admiradores.
"Nota de voz" resulta una composición meramente instrumental completamente lo-fi. El primogénito de Clubz no pudo tener un mejor nombre, cada pieza cuenta con destellos de sintetizadores, saxofones, arreglos delicados y efectos que sin importar su duración, logran aportar una variedad al ritmo y así, cada canción alcanza esa calidad de sonido que sin esos destellos sería completamente distinta.
Destellos es un álbum que entra por los oídos, en donde tan solo inicia su recorrido a lo largo de todo el cuerpo, se expande fácilmente hasta los brazos y piernas, entonces aparece eso que se llama ritmo. En este primer material de larga duración que el duo muestra al mundo lo que sabe de música, y cómo aplicar los sonidos de antaño a un presente abierto a todas las posibilidades.
En general, es muy claro (y hasta cierto punto grato) notar la calidad musical que el primer largo de Clubz ofrece, el trabajo de producción y postproducción que llevó largo tiempo para este dueto resulta en un material de once tracks que siguen una misma base y se nos presenta como un material homogéneo. La estética es diferente en todas las canciones, cada una cuenta con arreglos delicados y bien planeados, y sin mayor duda, todo eso justifica la larga espera. Es fácil vaticinar un incremento de escuchas, presentaciones y un boost en la carrera de esta dupla regia, ¡en hora buena!
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