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Entrevista con Kamasi Washington

Entrevista con Kamasi Washington

Heaven and Earth de Kamasi Washington, la dualidad que compone nuestra existencia.

Kamasi Washington nació en LA un 18 de febrero de 1981, su padre es músico de jazz así es que desde pequeño comenzó su andar por los caminos del sonido experimentando con diversos instrumentos hasta enamorarse del saxofón.

Forma parte de una generación de jóvenes jazzistas que en los últimos años se ha destacado por su frescura y gran capacidad. Lo han nombrado de muchas formas: “El salvador del jazz”, “La voz del jazz del movimiento Black Lives Matter”, el sucesor de Wynton Marsalis, etc. Lo cierto es que más allá de cualquier etiqueta hay, en su visión de compartirle al mundo a través de su música, una gran espiritualidad y un profundo respeto y conocimiento de sus raíces afroamericanas.

Tiene en el rostro una expresión que se transforma y salta de la severidad total cuando está callado –tal vez es que todo el tiempo su pensar se mantiene rumiante– a la explosión luminosa de un gesto de niño sonriente.

Posee estudios en etnomusicología y, por lo que se puede apreciar, es fan de las películas de Bruce Lee. Hace un par de días anunció que el 22 de junio editará Heaven and Earth, su segundo disco de larga duración bajo el sello inglés Young Turks.

Semanas atrás visitó nuestro país para presentarse en Bahidorá y en el inter, algunos afortunados tuvimos la oportunidad de asistir a una pequeña y exclusiva escucha de parte de los tracks que compondrán esta nueva etapa en su carrera. Heaven and Earth es un álbum dividido en dos partes compuesto por 16 tracks que suman total de dos horas y media de estructuras complejas y potentes, improvisación y extrema majestuosidad. Es también un álbum nacido de una profunda auto introspección.

Earth representa el mundo como lo vivo externamente y Heaven es como lo experimento internamente. Al componerlo tenía esta especie de mantra en la cabeza que decía: ‘El mundo en el que vive mi mente, vive en mi mente’… Y justamente de eso trata el álbum. De cómo existen dos lados: El mundo que percibo fuera de mí y el mundo en el que realmente habito dentro de mí, y como ambos –de cierta manera– son el mismo, solo que no nos damos cuenta de ello”.

Estuvimos ahí por poco más de una hora y durante ese tiempo, Kamasi elegía con cuidado los temas que nos mostraría explicándonos el origen de cada uno con pasión y sumo cuidado. “La primera canción que tocaré para ustedes se llama 'Fist of Fury'es el primer track de Earth, y de cierta manera es bastante significativo: Representa la idea de que “La vida es luchar”, vivir es una lucha constante, pero luchar no significa sufrir, son dos cosas distintas… Imaginen que es posible comprender que tus luchas nunca más serán tormentosas” .

"Fist of Fury" en realidad es una versión del tema principal de una película clásica de Bruce Lee que lleva el mismo nombre. En ella Kamasi mantuvo la letra de la canción intacta en la voz de Patrice Quinn y Dwight Trible, y añadió a su estructura extensos solos de saxofón y piano alargándola por poco más de nueve minutos.

Mientras el tema suena Kamasi nos da la espalda concentrado como todos en el sonido. Al terminar gira de frente a nosotros y continúa mostrándonos la dualidad de su obra. “El primer track de Heaven se llama ‘The Space Travelers Lullaby’. Si 'Fist of Fury' representa la lucha interna que significa la vida, este se trata del potencial infinito que la humanidad posee. Nació de una especie de sueño o visión acerca de un pequeño que vive en el espacio y puede volar entre las estrellas desalineando los planetas… toda su existencia consiste en ir por ahí volando de galaxia en galaxia, como una especie de Daniel el Travieso, pero del espacio (risas)”.

El tema que rebasa los diez minutos es realmente hermoso: Una balada en tiempo ternario que se estructura sobre ominosos arreglos de cuerdas y sintatizadores, dibujando todos estos estados llenos de inocencia que cuentan una historia de libertad y esperanza. El siguiente track también pertenece a Heaven“Vi Lua vi Sol” es el segundo tema de Heaven y es una canción que de hecho escribí hace ya algún tiempo, la primera vez que fui a Brasil. Ahí conocí a una chica que solía hablar con la luna… yo estaba un poco celoso pensando ‘Me agradaría poder hablar con la luna también’… ¿Sabes? Me gusta la idea de la curiosidad, esa forma en la que los humanos nos aproximamos a las cosas que están mas allá de nuestro real entendimiento”.

Al escucharlo poco a poco se va revelando la profunda espiritualidad y humanidad que permea este nuevo disco. Ahora es el turno de Earth. ‘Connections’ trata de la familia vista desde un punto de vista más amplio. No solo se trata de tus hermanos o hermanas, sino por ejemplo, de tus compañeros de trabajo, ¿sabes? de esa familia que se forma en torno a tu vida. Está inspirada en la versión antigua de una película llamada The Birth of a Nation, mientras la veía encontré que existe esta conexión que la gente tiene entre sí, lo que me hizo mucho sentido”.

Los minutos transcurren llenos de pronfuda excitación, hay algo en la forma en la que están estructuradas las piezas que más allá de lo musical, tiene un influjo poderoso sobre la emoción y el cuerpo. El final está cerca y en complicidad Kamasi nos muestra los últimos temas. “Earth termina con un tema llamado ‘One on one’, que va sobre la idea de que 'El mundo es lo qué tu quieres que sea'. Todo este álbum trata acerca de este viaje, de entender que 'lo que imaginas que es, es lo que es' y que nuestros pensamientos tienen más control sobre nuestra realidad de lo que a veces notamos.

La última canción de Heaven se titula “Will You Sing” y básicamente se rige bajo la premisa de si en Earth “Lo que quieres que el mundo sea, será”, en Heaven "¿Convertirás al mundo en aquello que quieres que sea?". Y mientras cada uno –de cierta manera– tomamos la decisión de convertir al mundo en aquello que queremos "¿Será lo qué todos buscamos?".

El corazón me late de prisa y no puedo evitar tener una sonrisa radiante una vez que finalizamos la escucha. Lo que seguía en la agenda era una entrevista. La mayoría de nosotros creyó que quizá la haríamos individualmente, pero sin pensarlo Washington la convirtió en una amena charla en la que uno a uno fuimos lanzando nuestras preguntas, hasta construir una larga y nutrida entrevista de la cual yo decidí rescatar ciertas cosas que resonaron fuertemente en mí.

Al hablar de términos estructurales, en Heaven and Earth, Kamasi mantiene su marca llevándola al extremo, añadiendo a su sonido elementos nuevos que lo llenan de texturas y motivos hermosos. “En este disco hay una orquesta completa. Si antes solo había cuerdas, ahora se incorporan instrumentos de viento; de manera que puedes oír oboes, cornos, clarinetes y tubas. Por otro lado, el estudio donde grabamos tenía un increíble arsenal de sintetizadores, había quizá sesenta de ellos… Una gran variedad de los sonidos que percibes en el disco provienen de ahí. Quise tomarme más tiempo para añadir más texturas y una maravillosa variedad de sonidos. Es un disco más grande, hay mucha más gente involucrada”.

Cada músico se rige bajo procesos de composición diferentes, en el caso del saxófonista las agendas no son prioridad, y se toma su tiempo para que la música florezca a su propio paso. “Comenzamos a grabar el disco en mayo de 2016 y creo que saldrá en junio de este año, tardamos dos años…. Mi música de cierta manera se construye en bloques, así es que en un inicio grabamos toda la banda junta y después tuve que meditar sobre esos temas durante algún tiempo… Muchas veces la música llega y trato de descifrar de qué se trata, solo entonces puedo terminarla, así es que de pronto me dije '¡Oh! De esto es lo que tratan todas estas canciones', entonces fui capaz de completar el álbum”.

La vida del músico no solo es componer, en el proceso hay que tocar en todos los rincones posibles y Washington tiene un calendario bastante ocupado ¿Cómo logra ser tan productivo en su hacer creativo? “Dejo de dormir (risas). No lo sé…"The Space Travelers Lullaby" la escribí en el autobús mientras estábamos de gira por Europa. Tengo una lap top con un programa para escribir música, cargo también con un pequeño pad y a veces me siento al piano. Es un proceso gradual. Comienzas con algunos pequeños bits y piezas y al mirar atrás, con el paso del tiempo, tienes un montón de canciones. Hay 16 tracks en el disco, pero grabamos casi 30 temas”.

Epicsu primer material catalogado como uno de los mejores de 2015, es una audaz creación de 173 minutos de duración con la que demostró que para un músico de jazz era posible trascender las barreras de lo comercialmente establecido y situó como uno de los músicos más productivos. "¡Para mí crear es muy divertido! especialmente si me sitúo en un espacio tranquilo. Todo comienza a fluir al entrar en la habitación e ir descubriendo todos esos pequeños beats y fragmentos musicales. Si vas al estudio en mi casa, hay post-its pegados por todos lados, es como un caos organizado, cada uno contiene ideas realmente importantes. Muchas veces las canciones empiezan siendo pequeñas semillas; como por ejemplo un ritmo (sus dedos percuten la mesa): comienzo a jugar con el por algún tiempo y luego aparece la línea de bajo, más tarde el coro; luego, juego con la idea de mantener la melodía y cambiar la progresión armónica –como el reverso de la canción–, otras veces los acordes van cambiando y la melodía cambia con ellos. Cosas como esas simplemente suceden de manera gradual, te dejas ir y de pronto terminas con un montón de canciones diciendo '¡Vayamos al estudio!'”.

Algunas de las composiciones de Heaven and Earth parecen exudar un statement político mucho más fuerte que sus trabajos anteriores, nos preguntamos si ese elemento existe de manera intencionada. “Lo tiene, de manera orgánica. Creo que hay algo en el que va incluso más allá de un statment político, es más una declaración de vida ¿sabes?. La política y el resto de todas las cosas están contenidas en la vida, ella está por encima de todo. Para mí –como lo decía al hablar de “Fist of Fury” todo se trata de una lucha y muchas de nuestras batallas se dan a manos de la policía, o de nuestros gobiernos, o de los lugares en los que vivimos. A veces reparo en ello pensando en la clase de situaciones que podemos resistir. Personalmente me siento abrumado y pienso cosas como: 'Esto es demasiado, no hay nada que se pueda hacer al respecto', pero luego me doy cuenta que desde mi mundo puedo hacer demasiado. En el puedo hacer lo que quiera. ¿Sabes? Trump podrá ser un pendejo, pero él realmente no vive dentro de mi mundo, vive afuera de el, y no puedo permitir que aquello que está pasando allá afuera determine lo que sucede en mi interior”.

Hay algo particular en la música de Kamasi, y es esa habilidad que tiene para mezclar tantos lenguajes musicales al punto de convertirlos en uno que todos pueden entender. “Creo que la música hace eso. Es una experiencia muy humana, algo para todo el mundo. Nunca he conocido una persona a la que no le guste la música, quizá no les agrade un estilo u otro, pero todos la aman. Y eso nos conecta de una forma, el oído es el único sentido que no se puede apagar. Puedes cerrar tus ojos, tu boca, tu nariz, puedes no tocar nada, pero cuando el sonido aparece, golpea a todos los que están en la habitación, quieras o no. Si estás en un mismo espacio con un montón de gente que no conoces y una canción que todos aman comienza a sonar, de pronto te sientes conectado a todos esos desconocidos aunque no exista ningún lazo real con ellos. Así es que en mi caso, trato de hacer lo que la música me pide que haga, trato de servirle. Crecí con todos estos músicos, nos hemos conocido desde siempre y la única cosa que de cierta manera mantenemos intacta es la noción de que la música trata de decirte algo. Y esto cambia día con día, es siempre diferente. Así que trato de mantenerme fiel a esa premisa sin empujar mis propias agendas, tratando de descifrar de qué se trata, de manera que siempre termina siendo lo que debe ser”.

La mañana se esfumó y es tiempo de retirarnos. Antes de despedirnos, pido a Kamasi la posibilidad de un abrazo. Sus palabras y la sinceridad con las que las enuncia parecen iluminarlo todo. Así termina nuestro encuentro.

Heaven and Earth: ambos mundos presentes de forma simultánea.

"En Heaven and Earth existe la idea de que tu imaginación y tu realidad son una. Eres lo que imaginas porque la realidad está basada en lo que crees que conoces, por ejemplo, ahora mismo estoy en este cuarto con ustedes porque mi mente le esta diciendo a mi conciencia que así es. Si no fuera de esa forma, entonces no estaría aquí. Es un poco la naturaleza creo de ¿la sanidad?".

"En una escala más grande me parece que lo que gradualmente le pasa a tu ser es que, si alguien te esta diciendo todo el tiempo 'eres bueno, eres bueno, eres bueno' entonces terminas siendo así. De la misma forma si te dicen que eres malo; en algún punto, si ‘tú eres lo que crees que eres’ comenzarás a reaccionar a eso".

"Las canciones de Earth representan la forma en la que experimento la realidad, mientras que las canciones de Heaven tratan sobre cómo imagino las cosas. Experimento la vida como una lucha constante, pero la imagino en su ilimitado potencial y esas dos ideas se complementan. No puedes tener lucha interna sin un potencial ilimitado para sobreponerte y no hay razón para tener un potencial, sin límites si la lucha no esta ahí para usarlo".