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Earthless — Black Heaven

9

Earthless
Black Heaven

Nuclear Blast / 2018

Artista(s)

Earthless

Lisérgicas guitarras con riffs fuera de esta atmósfera.

Hablar de Earthless es referirnos al exponente del stoner, jam, ácido en su estado más puro y auténtico, estos californianos llevan orgullosamente el estandarte de la nueva ola psicodélica en la costa oeste de Estados Unidos. Son oriundos de la cálida ciudad de San Diego en donde, a través de más de una década, han cultivado un gran fan base, que a su vez, se convirtió en un movimiento emergente bastante sólido de arte psicodélico y bandas macizas como: Harsh Toke, Sacri Monti y Petyr, las cuales han generado un eco en toda la industria musical independiente y festivales underground a nivel internacional.

El trío está conformado por el guitarrista Isaiah Mitchell (Golden Void), en la batería Mario Rubalcaba (Off!, Hot Snakes) y el bajista Mike Eginton que, en conjunto, no dejan lugar a interpretaciones erróneas con respecto a su misión: viajar en un largo aliento de lisérgicas guitarras con riffs fuera de esta atmósfera, baterías precisas, enérgicas, con altas dosis de actitud punk como en su divertido primer single, "Volt Rush" de casi dos minutos completos de golpeteo constante y pesado.

De inmediato está claro que este disco no va a tener el mismo debraye musical, pero nos deja un gran sabor auditivo. Abre con "Gifted by the Wind" que al principio tiene una onda muy Jimi Hendrix, pero que luego explota gracias al genial uso del vocoder y la voz de Isaiah.

La producción es un factor importante dentro de este material, es como la música en sí misma, con formulas ya establecidas que han resultado en una atmósfera densa y pulsátil. "End To End" –que ya había aparecido en su EP del 2016– es el trabajo frenético de Mario y Mike, mientras Isaiah la pone en órbita con su destacada voz y un par de secciones heavy que completan la estructura. En "Electric Flame" hace gala de su gusto por bandas pesadas de los 70 con un groove ponchado y adictivo, el eje tonal es el bajo punzante con la melodía vocal que crea un gancho potente. No tiene el mismo nivel de efectividad que las demás, pero funciona en una línea similar.

En "Black Heaven" comienza con un poderoso riff y una base rítmica que nos remonta al primer Led Zeppelin, la canción tiene un innegable poder en todos los sentidos con niveles de agresión e intensidad y solos ampulosos... ¡una verdadera joya!. Es difícil no ceder a la hipérbole, porque al analizar el track no se puede solo imaginar a Earthless triunfante y orgulloso de sí mismo.

El disco cierra con "Sudden End" en un mood suave que sorprende con un sonido Sabbathico y ciertas reminiscencias al viejo Pentagram, quizá es algo que la banda hizo a propósito, o quizá tenga que ver con el esquema de las letras o simplemente la banda experimentó, pero sin duda es una de sus mejores rolas ever.

Fueron cinco años de espera para su cuarto álbum de estudio y el primero bajo la distribución de Nuclear Blast Records. Black Heaven fue grabado en el legendario Rancho de la Luna en el corazón del desierto de Joshua Tree, bajo la producción de Dave Catching (Eagles of Death Metal).

Parece innecesario conjeturar la influencia que tiene en otras bandas o artistas, más importante es el giro en la dirección que presenta sobre el peso y la abrasividad del mercado internacional. Black Heaven es muy recomendable.