Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
Mick Rock a través de casi cinco décadas de producción fotográfica se ha consolidado como el artista que le da un sentido visual a los músicos. Por medio de su fotografía se han quedado plasmadas imágenes icónicas de la historia del desarrollo musical del siglo XX.
“Mis inicios como fotógrafo fueron bastante fortuitos. A finales de los sesenta me invitaron a tomarle fotografías a una banda de Londres porque necesitaban cubrir el evento y no tenían a quién recurrir. Era muy joven y para mí fue muy sencillo hacerlo a pesar de que había muy poco dinero de por medio”.
La década de los setenta fue la de mayor desarrollo artístico colaborativo para Mick, pues se encontró con una camada de artistas que empezaban a explorar una vinculación audio-visual mayor, para dejar atrás el pasado totémico del músico tocando frente a su audiencia inmutado y ninguna ayuda performática para complementar su show.
“A inicios de los setenta cada vez me buscaban más para que les tomara fotografías en sus shows o para darle una toque creativo a la portada de sus discos. Fue en 1971 cuando me crucé por primera vez con David Bowie y de inmediato me sentí ligado a su forma de combinar lo musical con lo visual. Fue un clic que nos llevó a producir no solo fotografías, sino a conceptualizar videos musicales que hoy quedan como el legado de David Bowie por ser el artista que se aventuró a redefinir los limites y conexiones de las artes”.
Si bien David Bowie fue el artista con el que la colaboración se hizo cuasi-permanente, Mick también colaboró con decenas de bandas durante los setenta. Lo cual provocó que fuese considerado el hombre que retrató esta década debido a las miles de fotos que capturaron momentos musicales muy importantes.
“Trabajar junto a artistas como Bowie, Queen, Syd Barrett, Lou Reed, Iggy Pop, Sex Pistols, The Ramones, Talking Heads, Roxy Music y Blondie trajo una nueva forma de contemplar la música, pues mientras ellos tocaban yo me dedicaba a encontrar esos momentos donde el arte acontecía por medio de su música. Sí, los setenta fue la década donde me posicioné como un fotógrafo reconocido y fue gracias a que los músicos se dieron cuenta que mi trabajo iba más allá de tomar simples fotos, había un concepto para cada uno de ellos y esa era y es la diferencia de mi trabajo”.
Mick Rock ha estado activo desde entonces y para él la verdadera definición de su trabajo no llega en los setenta, sino en la década siguiente que es cuando se vuelve un ícono de la fotografía musical.
“No estoy de acuerdo con la idea de que soy la persona que fotografió los setenta, más bien mi trabajo retrata los ochenta, es durante esta década que mi trabajo se diversifica y me permite tener un espectro musical más amplio para reconocer expresiones artísticas diferentes. Esa es labor del fotógrafo, construir a través de la imagen un discurso de lo que observa y no ser simplemente retratar un instante. Una fotografía debe de ser explícita con lo retrata en todo momento, incluso cuando no se lee directamente un discurso”.
Mick nunca dejó de tomar fotografía y hasta el momento sigue en activo. Siempre en busca de retratar nuevos rostros musicales con su sello característico. “Nunca dejé la fotografía, por eso hoy me mantengo activo y le tomo fotografías a artistas que se han convertido en referentes actuales, pero que comparten lo heterogéneo de sus propuestas musicales. He fotografiado a artistas como Snoop Dogg, Lady Gaga y Alicia Keys por mencionar a algunos. Mi trabajo jamás se detiene porque la fotografía siempre será una parte de mí”.
David Bowie y Mick Rock es una combinación que se ha convertido en ícono de las colaboraciones entre artistas. Su trabajo queda como muestra de que lo musical siempre debe estar coligado con lo visual y su realidad. Pues la música necesita de la imagen para crear un mensaje potente con la mezcla visual y sonora.
“Trabajar junto a Bowie fue llevar a tope nuestra creatividad para plasmar a sus diferentes personajes por medio de una sola imagen. No se trataba de darle vida a personajes como Ziggy Stardust, sino dejar un testigo de lo que significaba para su época la existencia de propuestas artísticas como éstas. Bowie siempre inspiraba a los demás a crear y proponer construcciones artísticas que revolucionaran el mundo artístico. Era la gran ventaja de los setenta, todas las ideas podían llevarse a cabo y siempre había terrenos conceptuales que explorar y que dimensionaban el arte hacía otros polos que no habían sido atacados”.
Cuatro décadas después, Mick Rock ha editado un libro en el cual reúne todo el trabajo colaborativo que desarrolló al lado de Bowie y que ahora ha presentado en diferentes partes del mundo en un recorrido por museos para conocer un poco más del mundo de David Bowie.
“David Bowie es un ícono del pop y eso jamás se podrá negar, lo que hago al presentar momentos que han marcado mi vida y que representaron para David Bowie un ascenso hacia el estrellato. Momentos de vida complicados para ambos porque la libertad creativa no era tan flexible y él no esperaba tener éxito aunque realmente el éxito no le importaba, solo quería crear”.
La exposición STARMAN llega al Foto Museo Cuatro Caminos y tiene como base más de 70 piezas originales de Mick Rock que retratan diversas etapas creativas de Bowie.
“La exposición ha estado en ciudades como Tokio o Los Angeles y cuando ofrecieron llevarla a México, acepté porque me parece que es una gran ciudad que necesito conocer y que mejor que sea por medio de una muestra sobre uno de los grandes iconos del pop. Realmente no conozco la ciudad de México a pesar de que he visitado México será mi primera vez en la capital. El lugar me encanta, me parece un espacio que permite realizar un acomodo interesante de piezas y eso me emociona mucho. Espero que a la gente le agrade la muestra y conozca un poco más sobre David Bowie y su arte”.
Cinco décadas después un fotógrafo inglés que proviene de una lucha creativa a lo largo de su carrera se presentará en un recinto que envuelve el arte en un ambiente elitista-burgués; será interesante conocer la relación entre el arte y el espacio, pues siempre existe una estrecha relación entre lo artístico y lo museal.