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A diferencia de tantos que repiten una y otra vez que cuentan con su “propio estilo” o que son “auténticos”, Los Dorados establecieron desde el principio el nunca pretender ser y simple y sencillamente hacer música por el gusto y amor al arte. Este grupo de hombres creativos y pacientes saben que esta disciplina no les debe nada, por el contrario, se deben a ella; de ahí su esfuerzo.
Nacidos en el 2003, como una iniciativa de estudiantes de la Escuela Superior de Música por hacer un ensamble de jazz, desde el principio aseguran que “hubo mucha empatía. Nos bastó con darle un rumbo, ya que como estudiantes de jazz uno se basa en los standards o todo el repertorio del género: lenguaje, rítmica, dinámicas, interacción, improvisación e interpretación; sí lo hicimos, pero siempre con esa inquietud de hacer cosas originales (propias), con un sonido particular. Empezamos con un jazz avantgard, con rítmicas, armonías y orquestación no convencionales, siempre con un gran margen de improvisación”.
¿Cuándo y cómo nace su Jazz con distorsión y beats electrónicos?
“El primer disco, Vientos del Norte, fue producido con nuestros propios recursos. Tuvo buena aceptación, bandas de otros géneros se identificaron, le quitamos lo solemne a nuestro jazz; abrimos brecha colaborando con grupos de rock”.
“Con Turbulencia (segundo disco) nos transformamos musicalmente. El hecho de llegar a un estudio y tener varios días para grabar con libertad nos permitió incorporar el delay y la distorsión en la guitarra, el saxofón y el contrabajo. Empezamos a trabajar con el Dj Rayo y tomó una dirección propia, dando espacio para todas las influencias musicales, no sólo el jazz. Decidimos ser honestos y aterrizar lo que nos gustaba tocar. Eso evolucionó nuestra música”.
“En el tercer disco, Incendio, invitamos al trompetista Cuong Vu. Fue nuestra primera experiencia con un músicos de reconocimiento internacional y esto sirvió para abrir brecha y hacer música diferente. Ahí fue cuando nos dimos cuenta que somos dueños de hacer lo que se nos pegue la gana, disfrutamos mucho hacer música, nos damos nuestro tiempo en la producción y provocar nuevas ideas; incluímos sonidos como el folk que nunca hubiéramos creído que estarían, pero que al final estas historias fronterizas encontraron su lugar. Procuramos que en la misma producción existiera la improvisación y esa es la esencia de Los Dorados: hacerlo igual que como se hacía en los 70”.
Las ventajas y desventajas de ser músicos independientes
"Lo mejor es que puedes hacer lo que se te hincha un huevo y lo peor es que no se tienen los grandes recursos, pero al final eso es muy relativo porque hay muchos que firman y en realidad no pasa nada ya que eres propiedad de una disquera y tu material puede estar enlatado años. Consideramos que no es el camino, lo delicado está en invertir tus ganancias, es duro no ver dinero con tanto gasto, pero el hecho de poder expresarte como te plazca, lo vale. Incluso todos tenemos proyectos alternativos".
Las complicaciones de la comercialización independiente
“Se trata de hacer trabajo en equipo con promotores. El jazz en México no vende y lo que paga la industria a los músicos mexicanos a comparación de lo que obtienen algunos extranjeros pues no pinta; de ahí la importancia de proyectos como Alterna Jazz, encabezada por Sara Valenzuela. Mientras sigan existiendo oportunidades como en la Carpa Intolerante (Vive Latino), se darán mayores oportunidades de asociarse con promotores”.
El proceso Creativo; la hora de hacer música
“Hemos evolucionado. En el primer disco lo hacíamos muy académico, muy formal y el proceso creativo debe ser muy diferente; los esfuerzos individuales con base en la improvisación siempre llegan a un final feliz; en el concepto de agrupación, la dinámica es colectiva, nos complementamos en lo lírico”.
El estilo Dorado
“El jazz es el origen, la esencia, pero musicalmente es una mezcla de sonidos de géneros como el hip-hop, noise, música electrónica, rock, música mexicana; es música libre. Todo es honesto, nuestra música es fácil de escuchar, es para todo tipo de públicos”.
Calificados por el Mastuerzo de Botellita de Jeréz como “el nuevo rock”, debido a la novedad en sus elementos y su filosofía, Los Dorados son el resultado de haber picado piedra durante años, generando nuevas oportunidades en lo musical y proponiendo. Tal es el caso de ser parte de diversos festivales y recibir invitaciones de todo el mundo. Sin duda vale la pena escucharlos el próximo 20 de septiembre en el Auditorio Roberto Cantoral, que dicho sea de paso es un lugar con condiciones ideales para presenciar un buen concierto.