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Ariel Pink no es una mente fácil de entender, la combinación entre su extrovertida personalidad y la versatilidad de su música —que abarca géneros como el lo fi, rock, hypnagogic pop, chillwave, synth goth y rock and roll—, envueltos en una vibra experimental y un estilo DIY, trazan un complejo mapa de sus distintas facetas difícil de leer. Ariel Pink regresará a nuestro país para presentarse en Bahidorá y transportarnos a ese mundo bizarro y kitsch del que es parte, en lo que espera sea un “ambiente muy muy agradable”.
Dedicated to Bobby Jameson —su reciente disco— se siente como un back in the day, ambientado por un sonido dream pop (“Feels Like Heaven”), punk (“Revenge of the Iceman”), funk (“Acting”) y psychodelic country (“Another Weekend”), pero sobre todo destaca un sentimiento de libertad e intimidad. “Quería grabar música, así que lo hice. Me gusta hacer música todo el tiempo, el disco no necesariamente muestra lo que estaba pensando. Si tuviera la oportunidad nunca publicaría nada, solo grabaría la música”, comentó Ariel al respecto.
Después de quedar conmovido por la historia de Bobby Jameson —que el mismo artista publicó en su blog; víctima del negocio musical, las drogas y el alcohol en su búsqueda por la fama, atrapado en un mundo depresivo, que lo llevó a un intento de suicidio—, Ariel Pink decidió honrar su memoria de alguna forma con su música. Al preguntarle si tenía algún parecido con Jameson contestó. “Algo que tiene Bobby Jameson es que se puede comparar con muchas personas. Creo que es un gran ejemplo, alguien muy honesto, un artista muy valiente”.
Líricamente, Dedicated to Bobby Jameson habla sobre el amor, la soledad y los recuerdos del pasado. Pero escribir nunca ha sido el fuerte de Ariel Pink, al preguntarle cómo hace que la música y letras se complementen respondió. “Intento capturarme, básicamente no escribo las letras hasta el último momento, de esta manera no tengo la oportunidad de editarlas, porque si las tuviera escritas días o meses antes, pasaría todos los días cambiándolas. No pienso en las letras, primero pienso en la música e improviso sobre eso, las escribo al último segundo-minuto, si son malas es como ‘oh no’, me engaño para bajar la guardia. Es vergonzoso, pero tengo que vivir con ello”.
Por casi 20 años, Ariel Pink ha creado un estilo único que lo ha colocado como uno de los artistas más prolíficos en la actualidad en la escena independiente, teniendo la oportunidad de colaborar con artistas de todo tipo como Weyes Blood, Miley Cyrus, Charli XCX, Theophilus London, Carly Rae Jepsen, Azealia Banks, John Maus, Phoenix, Dev Hynes, R. Stevie Moore y recientemente MGMT. Al pensar que el trabajar con otros artistas conlleva una parte divertida, le pregunto sobre eso. “¿Lo más divertido?, no tiene nada de gracioso. No sé si me gusta demasiado, pero es diferente dependiendo de la colaboración, siempre es distinto. Me gusta cuando no tienes que actuar bajo la impresión de alguien más, intento presentarme y nunca escuchar o recibir una canción de nuevo, eso no me concierne, pueden checar y usar lo que hice. Y es grandioso, no tengo que escuchar el producto final hasta que está terminado”.
Permanecer en la escena musical por 19 años no es fácil, sin embargo, Ariel Pink lo ha logrado en sus propios términos —“ser yo mismo, me ha llevado hasta donde estoy”—. Un sentimiento de satisfacción debe invadir su cuerpo, pero no es así, Ariel considera que su carrera no es “algo de lo que tenga que estar orgulloso; me pagan por hacer lo que hago, para poder hacer lo que hago, recibiendo dinero por lo que hago ”, no obstante agregó. “Lo amo, es una buena manera de sobrevivir diría yo. Soy muy afortunado, pero también estoy consciente de lo rápido que cambia el tiempo, la parte difícil es introducirte en la mente de las personas o llegar a un nuevo público, cada tour es diferente, muchos fans son viejos, pero la mayoría es gente nueva”. "Tiempo en el que he aprendido de todo; cómo tocar instrumentos, cómo grabar, cómo tener mi casa en orden, cómo lidiar con mi contador y con abogados, cómo confiar en mis instintos, expresarme y tratar de seguir aprendiendo constantemente”.
En la parte final de la entrevista antes de advertirme que el tiempo está por terminarse, le pregunto ¿cuál es la parte mágica de hacer música?, a lo que comentó. “No hay nada de mágico en ello, algo mágico es el milagro de la vida en general, el hecho de que estemos hablando en este momento, yo desde aquí y tú desde allá”. Concluyó con un rotundo “nada”, después de preguntarle sobre los planes que vienen para Ariel Pink.