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Petit Biscuit
Presence
Petit Biscuit Music / 2017
09/Nov/2017
Con la mirada sobre él: Presence de Petit Biscuit.
Una de las bondades de la música es que no tiene límites, la libertad que ofrece nos da grandes historias. Para los que en nuestra adolescencia nos quejamos por incomprensión y soledad, un joven de 18 años nos pone un gran ejemplo; nos referimos a Mehdi Benjelloun, mejor conocido como Petit Biscuit, quien lanza su álbum debut Presence este 10 de noviembre, justo el día que cumplirá 18 años. Con descendencia marroquí, el músico francés es, a su corta edad, DJ y productor, algo que ni tú ni yo hacíamos a esa edad.
El primer LP de Petit Biscuit es un compilado de varios EPs lanzados desde sus 15 años de edad, en conjunto con nuevas y numerosas colaboraciones que hacen de este gran disco, el perfecto acompañante para una tarde de relax. Cabe descartar que en México podremos escuchar este álbum en vivo, cuando tengamos a Benjelloun como parte del lineup de Trópico, a principios del siguiente mes en Acapulco, por eso ya #NosUrgeTropico.
Presence tomó su nombre de la necesidad imperiosa que el joven tenía para hacerse notar, no solo en su país y continente, sino en América y Asia mayormente; las 14 canciones que lo contienen fueron creadas durante los viajes de Petit por varias partes del mundo, incluida su visita a California el año pasado. El género que mejor le describe es Trópico House y se ha inspirado a crear estos tracks desde los 12 años; es increíble cómo se saltó el proceso de novato y en sus mezclas no se note su inexperiencia.
Petit Biscuit incluyó diversas colaboraciones en los 14 temas que conforman su primer disco; la que abre es “Creation Comes Alive (feat. Sonia)”, un track con un comienzo misterioso, que le agrega un poco de drama a la presencia que busca tener. El segundo es “Problems (feat Lido)”, que es uno de las canciones que se han mostrado en redes y que ha llamado poderosamente la atención.
La primer muestra oficial es “Beam”, que incluye sonidos de piano, violín y ritmos orientales que traen a la mente la música de Bollywood; solo basta con cerrar los ojos y dejarse llevar, para sentirse ahí. Rolas destacadas como la que le da nombre al disco, “Presence”, tienen el upbeat de la fiesta y la arena; “Sunset Lover” es una gran mezcla que se vale de la repetición para generar armonía sónica; no por nada es su gran hit, con más de 350 millones de reproducciones; con “On The Road”, el romance en el piano, la voz delicada y el contraste del baile, hacen del track un deleite al oído.
Los featuring en el álbum fueron escogidos con cautela por el propio Petit, quien aseguró que deseaba llenarse de gente que aportara a su proyecto, así que pidió muestras de demos antes de aceptarlos en el disco; artistas en la escena como Bipolar Sunshine & Cautious Clay, que colaboran en “Wake Up”; Panama, que acompaña en “Waterfall”, uno de los EPs previamente lanzados y Møme con Isaac Delusion, que trabajaron en conjunto para “Gravitation”.
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TOKiMONSTA
Lune Rouge
Young Art Records / 2017
09/Nov/2017
La terapia musical de TOKiMONSTA.
Lune Rouge, la nueva era musical de Jennifer Lee —nombre verdadero de TOKiMONSTA— sorprendió por el cambio que mostró a su antecesor FOVERE. Su más reciente placa se nota más elaborada gracias al sonido de colaboraciones con músicos de la talla de Selah Sue, MNDR, Yuna, Io Echo, Isaiah Rashad, Joey Purp y Ambré.
A lo largo de 11 canciones, Lune Rouge nos lleva por un viaje musical inspirado por el fenómeno de la Luna Roja, asociado también con su estado de animo derivado de su experiencia con la enfermedad de Moyamoya, cuyas secuelas pudieron dejarla fuera de la industria.
La parte introductoria del disco está dividida en dos partes, por un lado "Lune", una combinación de relajantes violines y, por el otro "Rouge", una canción que utiliza una guitarra para explotar con una dosis de beats en compañía de frases como "I, I see the lights, In your feeling" interpretadas por la propia TOKiMONSTA.
Este disco puede ser el playlist de cualquier amante de la música del género electrónico, o al menos eso declaró Lee en el Daily News. "En una generación donde todos están muy centrados en las listas de reproducción, este álbum podría ser una de ellas". Y efectivamente, el desamor, la esperanza y el coqueteo son cuestiones con las que lidiamos casi las 24 horas de nuestras vidas.
Para seguir con la línea de su LP de manera inmediata suena "Thief", un track romántico al puro estilo R&B —género que predomina a lo largo de este material— en colaboración con SAINTS, una forma de declararle su amor a una chica invitándola a bailar con un beat contagioso y una letra muy juguetona.
Sin duda, una de las canciones clave de este proyecto es ''I Wish I Could'' que –de acuerdo a la originaria de Los Angeles– fue la primera creación de este álbum luego de su recuperación y donde nos menciona de manera indirecta su incidente con la extraña enfermedad cerebral que la aquejaba. Este tema es el que queda de manera fácil en la memoria debido a la interpretación de su colaboradora Selah Sue, cuyas líneas mencionan ''I wish I could be better, I wish I could do better, I hope this stays for better, I'll be longing for peace anew'' con un tono agudo que transmite fuerza.
El nuevo disco de la DJ también cuenta con canciones que buscan demostrar que –a pesar de haber iniciado desde cero– no perdió la habilidad en la tornamesa. "Bibimbap" y "Rose's Thorn" son piezas que cuentan con sonidos experimentales y ambientales, un gran acierto para eliminar la idea de que lo electrónico son únicamente beats y bajo excesivos.
TOKiMONSTA logró fusionar sonidos orientales con ritmos urbanos como en "Don't Call Me" , una colaboración con YUNA, en donde a lo largo de 3 minutos el trap y la melodiosa voz de la cantante de origen malayo nos transmiten un sin fin de emociones.
Para finalizar este material llega "Estrange", una canción sobre la soledad, el adiós y la extrañeza, donde con una voz cuasi-celestial Io Echo nos invita a reflexionar sobre un futuro sin nosotros y le dan un cierre circular a Lune Rouge.
Sin duda, TOKiMONSTA nos demostró que –a pesar de las adversidades– siempre se puede crear música.
