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Etgar Keret se ha posicionado como un autor contemporáneo, en la acepción más estética de la palabra. La contemporaneidad puede expresarse de dos maneras: escribir y publicar en esta época, y escribir y publicar elaborando una propuesta. Etgar Keret es exitoso y no escribe novelas históricas; es fresco y no cae en los recovecos del falso experimentalismo; es gracioso y no es simple. Es todo lo contrario a lo simple. Su humor negro, su facilidad para la violencia (es de los pocos que logran describir a un conejo degollado con tanta transparencia que hasta dicha descripción suena a algo muy ameno), su agilidad para construir tramas sustanciosas en las que otros verían a sus dedos trastabillar lo vuelven un escritor que hay que leer. ¿Y qué mejor que hacerlo en un formato ilustrado?.
Jetlag es un libro que recopila cinco historias de Etgar Keret ilustradas por cinco artistas huésped de la firma Actus Comics. La impresión que pueden causar las inquietantes y tiernas historias del israelí Keret puede aumentar cuando se abordan mediante la imagen y el texto. Sin grandes pretensiones semióticas, leer el cuento del mago cuyos actos de magia involuntariamente se vuelven más violentos para complacer a una generación de niños que desean ver a los conejos del sombrero degollados junto con la interpretación pictórica de Batia Kolton, donde podemos ver a unos niños con rostros deformes es toda una experiencia. Jetlag no es un libro de grandes éxitos, independientes los unos de los otros. Las cinco historias mantienen una línea temática. Son reflexiones sobre el amor en tiempos de la civilización moderna, sobre el significado del dinero y el poder de los sueños. Al tratarse de un libro ilustrado por artistas del cómic podemos apreciar una edición bellamente diseñada.
Un ejemplar recomendable para los aficionados a Etgar Keret y al cómic indie. Un libro que demuestra que las fronteras de la literatura no son preceptos invencibles: las letras pueden llevarse a otros derroteros, los libros con dibujitos pueden continuar siendo sustanciosos.