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Stones Throw / 2017
Si hay una canción en el repertorio de Ernest Greene para la inmortalidad es “Echoes”. Ni “You And I” (Within And Without, 2011) con toda su magia y encanto de paisaje sublime, con el coro en loop escondiéndose (“decide”) debajo de un susurro que narra un mensaje de amor ambiguo, entre despedida y declaración, un entramado de pop de ensueño que parece algodón de azúcar. Tampoco es “Weightless”( Paracosm, 2013), con su groove musical en cámara lenta, una odisea ácido temporal de chillwave romántico, la canción que se contrae y expande al mismo tiempo. “Feel It All Around” (Life of Leisure, 2009) podría filtrarse por su brillante bajo retumbando, el cristalino synth que arroja destellos sobre un capa lo-fi que desaparece hacia la mitad de la canción dejando a la voz tomar control del tema. No, ninguna de ellas. Es “Echoes”.
Cuatro años después de haber publicado Paracosm, Washed Out tiene un nuevo álbum Mister Mellow, un circuito cerrado de chillwave y hip hop en casi 30 minutos de duración. Su música no es una letra que puedas ir siguiendo o un beat que puedas repetir, es en realidad una experiencia de sonidos y emociones sobre las cuales te dejas ir, te cubre y absorbe como una nube poniendo sombra encima de un árbol. Algunas veces la vivencia no es total, pero en este álbum ha logrado darle una forma narrativa que funciona. Un concepto, por lo menos en sonido y en video, que es completo.
El álbum se acompaña de un video con animaciones alucinantes, stop motion, recortes de fotografías, texturas coloridas, ambientes tropicales y estética vintage, aparece Kyle Mooney de Saturday Night Live haciendo entrevistas bastante extrañas a un Ernest Greene desconcertado ante la locura de su acompañante.
Para Mister Mellow el sonido ha cambiado, Washed Out dejó de lado los ambientes nostálgicos y la sensación de lo irremediable, lo irrepetible y lo pasajero para darle espacio a una vibra más bailable y colorida (“Get Lost”, “Zonked”), a un lounge tropical (“Hard To Say Goodbye”) que conserva los paisajes psicodélicos (“Instant Calm”) sin deambular por sitios desconocidos. El único momento de ensueño es el final del álbum “Million Miles Away”, un asentamiento -ritmo lento como si caminara en reversa- de lo que acabamos de escuchar para que se cierre el circuito con unas guitarras descontroladas. Durante el video, en esta pieza aparecen los créditos de cada participante dentro de la producción.
Distinto a lo que ocurría en las otras entregas Mister Mellow es difícil de escuchar, no es el bedroom pop con el que solíamos relacionar el sonido de este músico de Georgia que fluía naturalmente, hay momentos de espesor (“Down And Out”, “Time Off”, “Burn Out Blues”) sobre los cuales cuales hay que aprender a deslizarse.
“Echoes” (Within And Without, 2011) es una aventura de cuatro minutos y siete segundos que sucede en la vida. Un primer destello -que se repetirá continuamente- abre el track, se va desvaneciendo durante un segundo, enseguida los synths abren camino, bajo y batería marcan un ritmo a medio tiempo, la voz fantasmal en eco de Greene comienza a rodear la canción: “You can't reach out. Your world weighs down. You toll, they ran. Reverse, the day goes by”. A la batería le suman percusiones y un castañeo acompaña el chillwave que adquiere mucha fuerza. Cuando termina la canción no piensas que haya acabado, es un poco sorpresivo. Hay que estar ahí para verlo, para sentirlo. Desafortunadamente Mister Mellow no incluye ningún “Echoes” que haya que conservar para la posteridad.