Favoritos
Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.
La noche del pasado 21 de julio, El Plaza Condesa se vistió de estoperoles, pantalones de cuero y mucho glam. The Dead Daisies visitó por primera vez la Ciudad de México y llenaron de actitud el foro por más de dos horas.
A las 21 H. empezó la fiesta; de fondo sonó un mashup de "Whole Lotta Love" de Led Zeppelin con "War Pigs" de Black Sabbath, y ese fue el grito de batalla con el que la banda salió al escenario con "Long Way to Go", su más reciente sencillo, de inmediato usaron una iluminación tricolor y saludaron a todos los asistentes.
El público estaba claramente complacido, ya que por la garganta de John Corabi no ha pasado ni un solo año. De pronto es como si El Plaza Condesa fuera un bar de Sunset Strip en Los Ángeles a mediados de los ochenta. Chicas, excesos, alcohol, diversión, fiesta, eso es lo que presentan The Dead Daisies.
El primer cover de la noche se hizo presente con un "Fortunate son", original de Creedence Clearwater Revival, pero en una versión doble pedal y solos de guitarra mucho más intensos. Continúo la lluvia de éxitos con "We All Fall Down" y "Lock ‘N’ Load".
De pronto un solo de batería, cortesía de Brian Tichy. El percusionista estaba poseído; volaron baquetas, el doble bombo sonaba a toda potencia. Al final, terminó por dejar las baquetas de lado y tocar solo con las manos. La gente estalló en ovación, volaron las cervezas, los gritos y los aplausos.
La banda aprovechó un momento para mandar un mensaje de unión con "All The Same", en la que el bajista Marco Mendoza bajó del escenario para tocar entre la gente. Dough Aldrich aprovechó el momento para lucir una camiseta de la selección mexicana
Se aproximaba el final de la velada, pero la banda no iba a cerrar la última fecha de su gira sin dejarlo todo en el escenario. Ya sin camisetas, sudados, pero con mucha energía comenzaron con "Helter Skelter" de The Beatles con un solo largo y fulminante de Doug Aldrich, quien saltó desde la batería, pero siguió tocando.
Terminaron el setlist con "Midnight Moses", pero no concluyó ahí. Regresaron al encore y tocaron un último cover, esta vez "Highway Star" de Deep Purple donde dejaron fuera cualquier restricción. Gritos, solos, carreras por el escenario, y para terminar una foto con todo el público asistente quienes quedaron más que complacidos.