The Drums
Abysmal Thoughts

El antídoto para el dolor y la locura.

Somos humanos en un mundo abismal. Caminamos, y hasta dormimos con demonios. Pero, en este mundo, así como existe la peste, también hay diferentes tipos de antídotos. A través de los tiempos, el hombre ha encontrado en la música la mejor cura para el dolor y la locura. Así llega Abysmal Thoughts, la cuarta entrega de The Drums con nadie más que Jonny Pierce y sus demonios al mando.

La depresión ha sido la enfermedad con la que el compositor ha tenido que lidiar la mayor parte de su vida. Y en los momentos de mayor obscuridad, la música le ha abierto pequeñas rendijas a la luz.

Este álbum representa el fin y el inicio de nuevos ciclos para el artista. Se separó de Adam Kessler y firmó con la disquera ANTI-. Es así que con la producción de Jonathan Schenke, el de Brooklyn tomó su confusión, sus relaciones rotas, sus fracasos… y de la miseria compuso uno de sus discos más introspectivos.

Desde su primer LP homónimo, era innegable que The Drums se trataba de Pierce. Un ser humano con la capacidad de transformar el dolor, los miedos, la depresión y las frustraciones en piezas pop llenas de energía.

Sí, la energía de The Drums es reparadora. Entre Nueva York y Los Ángeles, los pensamientos abismales de Pierce cobraron vida.

La obra comienza con “Mirror”, canción en la que el artista abre el libro de sus más obscuras confesiones. Se trata de un tema en el que el compositor se cuestiona a sí mismo y trata de encontrarse. Con una base luminosa y la compañía de lo Echo, la angustia adolescente del pop se abre camino para llevarnos por un camino más en la vida del neoyorkino.

El ambiente se viste de misterio al tiempo de que el beat acelera y Pierce canta: “I’ll Fight For Your Life”. Lo que podría ser un momento de extrema melancolía, el músico lo convierte en una divertida melodía que expresa su promesa de luchar por el amor.

En “Blood Under My Belt” el vocalista interpreta el tema de una desgarradora ruptura. Los finales son inevitables, tal como ocurrió con su amigo Kessler. Nuevamente el ritmo alegre irradia luz, al tiempo que el músico manifiesta el miedo a su niño interno, y habla de la sangre que se va derramando a través de las pérdidas.

“Shoot The Sun Down” es una muestra más de la magia transformadora de la música. Aquí el artista se torna más nostálgico, se acompaña de coros melancólicos y teclados vibrantes. La batería es constante y funge como base en un tema menos colorido.

“Head of The Horse” es dulce, los sintetizadores armonizan junto a los dulces coros de Pierce, una entrega que equilibra el ambiente con un ritmo más lento y pausado, acompañado de algunos sonidos atmosféricos.

De camino a las profundidades del abismo, llegamos a “Are U Fucked”, rola que habla de cuando te das cuenta que la persona con la que compartes tu vida es un completo desconocido. Los teclados se encargan de dramatizar la lírica que expresa lo que es sentirse utilizado.

A través de 12 tracks, The Drums abre viejas y nuevas heridas con la intención de que, al ser expuestas, sanen. Así llegamos a “Abysmal Thoughts”. Entre guitarras, platillos, suaves coros y silbatos, Jonny Pierce trata de poner en letras lo que son sus pensamientos abismales. Y regresa a la parte en la que su mente le tiende una trampa para destruirlo.

Escucha algunos tracks a continuación:

"Head of the Horse":

"Heart Basel":