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A Paco Luis Martos le da por posar su pie sobre un contrabalde -entiéndase un balde casero de metal transformado en un contrabajo (¡que desquiciado!)- y deslizar sus dedos interpretando monótonos grooves con los chavalos de Guadalupe Plata. Él fue el encargado de respondernos unas cuantas e interesantes preguntas.
Los ubetenses de Guadalupe Plata llevan unos 10 años de estar juntos. Ya se han cosechado una cantidad de cuatro discos, todos homónimos para provocar el descontrol mental o solo diversión personal.
Su último disco está repleto de referencias musicales, emocionales y de la cultura del blues, no solo como género sino como definición; todo aquello que sea de carácter triste, melancólico, oscuro, rabioso o sombrío.
"Bueno es cierto que el universo musical en el que andamos está un poco en el lado oscuro, pero no en el lado oscuro del satanismo o de esas cosas de muertos. Pensamos que, de la misma manera que la gente le canta al amor, a las cosas bonitas y a tu chica que te quiere, también otras cosas importantes en la vida son la muerte, el desamor, las cosas oscuras", nos explica Paco.
Al darle play a la primer canción del disco nuevo se encarcelan tus oídos en una jaula de mugroso y místico blues al instante. “Qué he sacado con quererte”, es un tema original de la chilena Violeta Parra y por muy sorprendente que parezca les quedó deliciosa.
"Nosotros hacemos música de blues básicamente, pero entendemos que esa mujer tanto por su actitud como por su forma de ver la vida y su composición asemeja mucho al blues. Así como otra gente u otros trovadores que en teoría no tienen nada que ver con el blues, pero su forma de cantar, la temática o cómo interpretan las cosas pues se asemeja mucho y nos llena", aclara.
Poquísimo tiempo después de ser lanzada como sencillo, Natalia Lafourcade hace tributo a esa misma canción con su homenaje a las voces femeninas de la canción latinoamericana.
"Es bien curioso porque la hizo apenas unos días después de haberla grabado nosotros. Debe ser casualidad, porque hasta Rafael hizo una versión hace como 20 años o 30 años pero no tuvo la trascendía que merece la canción. Es un poco raro, pero no entiendo tampoco porque no le han hecho miles de versiones, ya que es un gran tema que Violeta canta con una pasión que te deja perplejo", menciona.
El blues no se queda encerrado entre las cuerdas de una vieja guitarra o los sonidos de una armónica gastada por el uso, ni en la voz garrasposa de un cantante oscuro. El blues es un sentimiento, no una filosofía pero quizás un modo de ver la vida.
"Nosotros admiramos mucho a la gente que hace música de un modo que asemeja al blues sin tener que ser blues, ¿me entiendes?. Porque a lo mejor la gente de blues, los clásicos, pues solamente escuchan blues y componen puro blues, entonces dejan fuera un universo increíble de gente que toca otro tipo de género. Como los cantantes latinoamericanos o incluso el flamenco", enfatiza.
Y hablan nada más que la verdad. Estos compas sacaron hace unos cuantos años lanzaron un single llamado Guadalupe Plata (para variar), uno muy poco conocido que trae versiones de "La vasija" de Atahualpa Yupanqui, un melancólico cantautor gaucho. Y también incluye una versión enmugrada del flamenco “La pared” de Bambino. Así es como demuestran su conexión con otras músicas.
Ya quieres regresar a México porque lo quieren y lo admiran. Están fascinados con el tallado de madera que se hace por acá y sienten profundo respeto por la canción mexicana, reconociendo a José Alfredo como uno de los grandes.
"Reza a la virgen de Guadalupe para que vayamos pronto", dice adiós.