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Pareciera que 2003 ha quedado lejos. Por aquellos tiempos, una banda australiana de post-hardcore comenzó a pintar su camino y, de a poco se ha ido convirtiendo en referente del género. El trayecto ha sido largo, pero a Ahren Stringer no le asusta el paso del tiempo. El bajista y voz de The Amity Affliction se tomó unos minutos para platicar con nosotros acerca del presente del proyecto y sobre lo que significa crecer.
This Could Be Heartbreak (2016) se titula la más reciente placa de la banda proveniente del pueblo de Gympie. El larga duración logró transmitir los problemas de depresión, ansiedad y alcoholismo del frontman, Joel Birch. La honestidad y crudeza de este material juntó un gran fanbase que, como en trabajos pasados, logró identificarse con las letras.
“Supongo que es una etapa difícil para ellos (los fans). Es difícil crecer; Joel aborda esos temas como la depresión o la ansiedad porque es algo que él conoce; yo también. Siempre es difícil hablar de esto porque yo no escribo las canciones, pero definitivamente son temas que nos acercan a la gente”, aceptó Ahren.
Stringer es ya el único miembro fundador del grupo que ha lanzado cinco álbumes de estudio. Pese a que han pasado más de 13 años desde el inicio, el músico asume con gran madurez los cambios y considera que la banda no ha mutado tanto.
“La gente crece y cambia, no sé si yo sea muy diferente, simplemente he adoptado ciertas cosas y las he puesto en marcha. Como banda nos hemos ido topando con eso también, venimos de orígenes muy humildes. Empezamos tocando en la prepa, en auditorios de concierto y ahora tocamos por todo el mundo. Ha sido un trabajo constante, nada pasó de la noche a la mañana. Ha sido un crecimiento gradual cada año”, nos platicó Ahren.
The Amity Affliction visitó Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México. Esta fue la primera vez que pisaron nuestro país. Para los fans, la espera fue larga; sin embargo, la respuesta en los tres shows fue grata para una banda que llegó sin muchas expectativas.
“El venir a México por primera vez ya es algo especial para nosotros. Hemos platicado con fans mexicanos en shows en Texas o el Warped Tour, pero pudimos conocer a más gente en esta oportunidad. Realmente no teníamos nada planeado para el show, más bien nos sorprendió ver las reacciones de ustedes”, nos compartió Stringer.
Joel, Ahren, Dan y Ryan ya piensan en el siguiente trabajo de estudio —a poco menos del lanzamiento de su última placa—; sin embargo, han dedicado los últimos meses ha tocar por todo el mundo.
“No hemos logrado empezar a escribir nada. Desde hace tiempo hemos querido ponerle las manos encima al material, pero últimamente ha sido tour, tour, tour. Pero sí, esperamos tener un tiempo para dedicárselo a ello. Probablemente a estas alturas del siguiente año ya tendremos noticias al respecto”, dijo el vocal.
Para su siguiente larga duración, los australianos se han propuesto cambiar el paradigma un poco. Planean que la narrativa vaya más allá de los típicos problemas emocionales ya abordados. Ahren nos contó que en esta nueva etapa intentarán superarse una vez más.
“Siempre es un proceso distinto, pero la meta es hacer un mejor álbum que supere al anterior y que lo aprendido en todos estos años se refleje. Realmente es escribir lo mejor que puedas escribir, ser lo mejor que puedas ser. Por ahora no hay un plan, simplemente lo haremos y veremos a dónde nos lleva”, finalizó Stringer.