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¡Regresó Moderat a la Ciudad de México! Y es que es la única forma de empezar esta reseña debido a la increíble entrega de los asistentes generada por la enorme ansiedad de tener de vuelta al proyecto en conjunto de Modeselektor y Apparat que nos devolvió toda esa entrega en forma de una ejecución sonora y visual perfecta.
El evento se realizó en la renovada Sala de Armas el día 9 de diciembre y la producción corrió a cargo de IMECA y Distrito Global que, sin lugar a duda, se lucieron trayendo de regreso a Moderat. Todo empezó con la actuación de Me & Myself que se encargó de ir ambientando el lugar, para que cuando llegara el momento de presenciar a Moderat todo estuviera más que perfecto.
Moderat comenzó su actuación a las 21:30 H y en ese instante, nada era más importante que su show. Iniciaron de una forma serena y vibrante con su "Intro" y con la melancolía de "Ghosmother", que nos puso a cantar a todos. Siguieron con "New Error", tema de su primer LP y que nos fue preparando para una noche de baile intenso. Minutos después interpretaron su remix a "Abandon Window", original del inglés Jon Hopkins y fue de los tracks más bailados.
Continuaron con temas como "Reminder", una conjunción perfecta de beats poderosos y la melódica y agresiva voz de Sascha Ring (Apparat) o "No. 22" que fue el último track antes de su primer encore y que nos dejó a todos con ganas de mucho más.
Regresaron para interpretar su mayor y más melancólico hit: "Bad Kingom", track que rompió las listas y las pistas de baile entre finales de 2013 y mediados de 2014 con remixes de gente como Marcel Dettman o DJ Koze, que se ha convertido en el himno emblemático de la banda.
Cuando todo parecía haber terminado, los alemanes regresaron para interpretar unas cuantas canciones más haciendo que el triste sentimiento de que todo estaba por terminar invadiera nuestros cuerpos y toda esa emoción acumulada se convirtiera en nostalgia y añoranza, sabiendo que necesitarán pasar unos cuantos años (o no) para presenciarlos de nuevo en nuestra querida Ciudad de México.
Momentos claves lograron que a muchos se nos hiciera un nudo en la garganta como cuando Gernot recordó el gran país que somos y que siempre se pone tan nervioso cuando toca en nuestro país que zurra sus pantalones. También sacó (o le dieron) una bandera de México, que agitó por algunos segundos, para después colgarla como símbolo de agradecimiento y que nos llenó a todos de emoción y orgullo.
Sin duda, tener la oportunidad de ver al sexto mejor acto en vivo de la música electrónica según Resident Advisor es una experiencia que marca un antes y un después en la forma en que percibes experiencias audiovisuales y que será uno de los mejores conciertos del año y de la vida para muchas personas.
¡Gracias Moderat!
Para terminar, quiero externar una queja generalizada con respecto a dos cosas: la organización, logística y limpieza de los baños y la forma en que manejaron el acceso y sobretodo la salida de los asistentes. Una verdadera locura.