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MUNAL celebra cierre del festival con la premiación de los mejores cortometrajes
Por quinto año consecutivo, llega el séptimo arte a las comunidades rurales de nuestro país y el mundo, promoviendo la cultura de la sustentabilidad en una sociedad global, justa y pacífica. El Festival Internacional de Cine en el Campo (FICC) ofreció un cóctel en el Museo Nacional de las Artes (MUNAL) el pasado 26 de julio, con motivo de la clausura del proyecto de peregrinación cinematográfica.
En el año 2005, gracias a la Fundación Todo por el Cine AC, surge el FICC para propiciar el diálogo entre las comunidades rurales de México y la producción cinematográfica. Rivero (directora del Festival) y su equipo lograron generar nuevos circuitos de comunicación, educación y entretenimiento, proyectando funciones gratuitas al aire libre a todos aquellos que desconocían el cine.
El festival tiene sus raíces y fundamentos en la Carta de la Tierra, la cual es una declaración de principios éticos fundamentales para una sociedad en el siglo XXI. Esta carta comienza como una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y es retomada por un grupo de individuos creativos preocupados por el medio ambiente y sus comunidades. Es así que logran un proyecto que además de crear conciencia ecológica, busca descentralizar los circuitos de cine difundiendo los nuevos talentos del campo mexicano.
Este año 52 cortos fueron proyectados en México, Venezuela, El Salvador y España. El campo mexicano se vio iluminado con 50 funciones de cine en Chiapas y Puebla, además de la Ciudad de México, contando con cerca de 18 mil espectadores. Para el concurso, en el que la audiencia elegiría los ganadores, se recibieron 200 cortos, de los cuáles sólo 13 fueron seleccionados, y tres fueron premiados la noche de clausura.
Alrededor de las 20:00 horas, dio inicio la presentación de los cortometrajes comenzando con el video realizado en uno de los talleres del ejido Brisa del Mar en Chiapas. “Cuéntamelo Filmando” es una actividad en la que los niños y jóvenes expresan su preocupación por los problemas ambientales que vive su comunidad. En ésta ocasión invitaron al público a tomar conciencia de la importancia de cuidar nuestro planeta, y buscar nuevas formas de desarrollo.
“Nuestro compromiso es hacer que estas historias viajen a través de México y el mundo, a través de las pantallas” dijo Fernanda Rivero, directora general del FICC, quien también considera que los resultados son importantes; sin embargo, cree que la motivación es aún más vital.
El tercer lugar se lo llevó un cortometraje de animación titulado “El tiempo se agota” dirigido por Germán Martínez Alcántara, y Josué González Zaldívar.
El segundo lugar lo obtuvo “Sembrando Vida” el cual trata la cosecha de agua en el volcán Citlatépetl. Con la dirección de Arturo Pérez Velazco, el corto refleja las consecuencias de las actividades humanas, las cuales provocaron la desaparición de los ríos provenientes del volcán. Sin embargo, también muestra la esperanza, porque gracias a la preocupación de sus habitantes, se ha logrado tener de nuevo un cauce mediante la práctica de medidas sustentables.
El premio a la mejor producción se lo llevó Mozambique con el filme “The change” de Fabian Ribezzo, quién con animación y un poco de sátira mostró lo que pasaría si no cuidamos a la madre Tierra. En un lapso de 15 minutos nos llevó de la gloria a la tragedia, concluyendo con la raza humana tomando conciencia, y trabajando en equipo por un mundo mejor.
Después de hora y media de cortos y agradecimientos por parte de los organizadores del FICC, los asistentes abandonaron las instalaciones del MUNAL aplaudiendo y reconociendo la gran labor de éste grupo de artistas generadores de conciencia ambiental.