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Parlophone / 2016
El fallecimiento de David Bowie a inicios de este año, trajo consigo no solo la desaparición física de uno de los músicos más innovadores del siglo XX sino que dio inicio a la configuración total de Bowie como ícono. Es decir, la muerte del ser corpóreo trajo a su vez el nacimiento de la “leyenda”, de un ícono que necesita de sus reliquias para mantener vivo su recuerdo.
Bajo esta lógica y siguiendo la línea iniciada con Five Years (1969 – 1973), se editó Who can I be now? [1974 - 1976], un box set en el cual se recorre uno de los períodos más intensos de producción musical por parte de Bowie, pero que ha sido eclipsado al ubicarse justo en medio de discos como The Fall and The Rise of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars y la trilogía de Berlín (Low, Heroes, y Lodger), entonces, ¿cuál es la necesidad de editar un compilado de 12 CD y 13 vinilos?
Si bien en muchas ocasiones las ediciones de este tipo solo son una estrategia de marketing por parte de las disqueras, el caso de este magno trabajo gira hacia otra vertiente de corte más biográfico. Comprender el proceso creativo a través de las obras ya conocidas (Diamond Dogs, Young Americans, Station to Station), las composiciones primigenias que le dieron sentido a las obras finales (The Gouster) y conocer el proceso más complejo que es la ejecución en vivo.
Acercarnos a un pasado que no nos tocó vivir por medio de la música, esa es la premisa que tienen estas reediciones. Si bien durante todo el compilado aparecen canciones cinco o seis veces repetidas, al escucharlas descubres los diferentes matices de cada una de ellas, desnudas el proceso musical de Bowie para develar que no es un músico estable en sus conciertos. Cada uno de ellos se presenta como una oportunidad de reinterpretarse a sí mismo, de mostrar al mundo una nueva faceta y eso se evidencia en cada uno de los discos que conforman el compilado.
La curaduría funciona para el oyente en dos caminos: el primero es escuchar individualmente cada uno de los discos porque son una unidad en sí misma y funcionan como tal; el segundo camino es escucharlos como unidad total ya que se relacionan y construyen un camino auditivo de la producción artística de Bowie.
Puede que Bowie nos haya dejado y, si bien, sigue siendo una pérdida que nos sigue doliendo, el tener la posibilidad de conectarnos con momentos icónicos de su carrera nos ayuda a revalorar su obra y no quedarnos simplemente con lo más conocido. Who can I be now? no solo es música, es un documento que nos devela el proceso creativo que muchas veces se da por hecho.